lunes, 18 de marzo de 2019

Nuestra Pascua es Cristo

L
a Cena del Señor fue instituida por el Señor Jesús en correspondencia a la Pascua que Dios ordenó a Israel celebrar, cuando Él iba a derramar la décima plaga sobre Egipto, con la muerte de los primogénitos, y poco antes de libertar a Israel del yugo egipcio.

Con la sangre del cordero inmolado o degollado, el hebreo debía de untar
sobre los postes y el dintel de su puerta, como una señal para Jehová Dios
En aquella ocasión, según lo leemos en Éxodo capítulo 12, Dios quebrantó a Faraón con el objeto de que éste dejara en libertad a Israel y, tras derramar otras nueve plagas previas, sin aparentemente causar ese quebrantamiento y arrepentimiento, Él envió la décima, la muerte de los primogénitos; y la única manera de no sufrir daño de esta plaga fue aplicando la sangre de un cordero (de oveja o cabra) sobre los postes y el dintel de la puerta de la casa; porque esa noche el ángel del Señor pasaría por todo Egipto, incluyendo Gosén (lugar en que estaban ubicados las doce tribus de Israel), y sobre aquella casa donde no hubiera la señal de sangre en la puerta, Él mataría al primogénito habido en esa casa. Siendo que el Señor estaba por cumplir la promesa que Él le había dado a Abraham, poco más de cuatrocientos años atrás, que Él sacaría a Israel de esa esclavitud con mano poderosa; Él trató con Su pueblo, Israel; y, cuantas plagas Él derramó sobre Egipto, sin afectar en ningún momento a Israel; eso tuvo por objeto mostrarles Su cuidado, y total capacidad para cumplir con esa promesa. Esa tarde del 14 de abib (luego se cambió el nombre por nisán), el primer mes del año que Dios estableció; Israel, conforme a las instrucciones dadas por Dios a través de Moisés, Su profeta, inmoló (degolló) el cordero y, llegada la noche del día siguiente (en el calendario hebreo, el día de 24 horas empieza con noche, aproximadamente lo que sería las 6 pm. de nuestro horario, a la caída del sol; para terminar en la siguiente caída del sol), todo el pueblo de Israel comió ese cordero, acompañado de panes sin levadura y hiervas amargas; “y lo comeréis apresuradamente, es la pascua de Jehová.” (Éxodo 12:11).

¿Qué significa la palabra Pascua?

Proviene del hebreo pésakj que se traduce como pasar por alto; y, efectivamente, eso fue lo que sucedió aquella noche pues, donde Dios vio la sangre sobre dintel y postes de una puerta israelita, Su pueblo, Él pasó por alto, por sobre ellos, y la plaga de la muerte no les afectó. “Y veré la sangre y pasaré de vosotros, y no habrá en vosotros plaga de mortandad cuando hiera la tierra de Egipto.” (v. 13).

Sabemos lo que la expresión pasar por alto significa, ¿verdad?; es eximir, excusar, tolerar, perdonar; y esto es lo que estas Escrituras nos dicen con relación a Cristo, la verdadera Pascua:

Pero Dios, habiendo PASADO POR ALTO los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan.
(Hechos 17:30)

A quién [se refiere a Jesús] Dios puso como propiciación por medio de la fe en Su sangre, para manifestar Su justicia, a causa de haber PASADO POR ALTO, en Su paciencia, los pecados pasados.
(Romanos 3:25)

Pascua significa pasar por alto, como significando que Dios brincó por encima de Israel, de manera que Él no le hizo daño con el derramamiento de esa plaga, en tanto Israel creyó y cumplió con el mandamiento de aplicar la sangre de un cordero en los postes y el dintel de la puerta.

La sangre siempre fue la manera en que Dios mostró Su amor por Su hijo  pues, desde que el pecado ingresó al mundo, por causa de la desobediencia, Dios instruyó a Su hijo a usar la sangre de un cordero para remitir todo pecado. En el libro de los Hebreos, capítulo 9 y versículo 22, se dice: “y sin derramamiento de sangre no se hace remisión [del pecado].”

Aquella tarde, cuando Adán y Eva reconocieron que estaban desnudos; ellos, en su vergüenza, se cubrieron con hojas de higuera; pero, cuando Dios los confrontó, les instruyó a cubrirse con las pieles de un animal [se concluye que fue con la piel de uno o más corderos]; lo que significaba que ellos tuvieron que inmolar o degollar a esos corderos. ¿Por qué la muerte de un cordero, de un animal?  Porque ellos tenían que reconocer que eran pecadores y que, por consiguientes, el mal estaba en ellos para pecar, para fallar contra Dios; y que en consecuencia, como aquel que reconoce que está enfermo y que, por lo tanto, ahora acepta el medicamento para su tratamiento y sanidad; ahora ellos, nosotros, reconociendo que somos pecadores, aceptamos de buena gana las instrucciones de Dios, Su receta, Su consejo para ser tenidos por justos; y el consejo de Dios para Adán y Eva fue que se cubrieran con la justicia que se alcanzaba mediante la muerte de un sustituto inocente, de un cordero en reemplazo de ellos. Dios les había anticipado que no comieran del fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal porque, el día que ellos lo comían, ese día morirían; pero Dios, rico en misericordia, proveyó el cordero para morir en lugar de ellos. Como lo podemos reconocer, Dios no perdonó el pecado, en ninguna manera, sino que cumplió Su advertencia condenando el pecado; por lo que, cuando venimos a Dios mediante el sacrificio de nuestro Señor Jesús, no debemos pensar que merecemos vivir por mérito alguno, ni siquiera el ser perdonados, porque el pecado merece castigo; y, cuando vemos el Cordero de Dios inmolado por nosotros en una cruenta cruz, luego debemos reconocer que, como pecadores, fuimos juzgados, hallados culpables y condenados a muerte en la muerte sustitutoria de nuestro Señor Jesús. El apóstol escribió lo siguiente:

Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos [nosotros].
Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno.
Mas Dios muestra Su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores Cristo [el Cordero de Dios, nuestra Pascua] murió por nosotros.
Romanos 5:6-8

Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron [la muerte de Jesús nos es imputada o atribuida como nuestra].
2 Corintios 5:14

Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo.
Quien murió por nosotros para que, ya sea que velemos o que muramos, vivamos juntamente con Él.
1 Tesalonicenses 5:9-10

Cristo Jesús es nuestra Pascua sacrificada
Cuando Juan el bautista vio al Señor Jesús, exclamó: “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.” (Juan 1:29 y 36); esto es, él supo que el Señor Jesús era Quién moriría por nuestros pecados conformes a las profecías (Isaías 53, Salmos 22:1, 7-8, 17-18; 16:10; 34:20; 69:9; Zacarías 12:10); y, cuando el Señor celebró la última Pascua reunido con Sus apóstoles, Él instituyó la Cena del Señor, ahora correspondiendo a Su carne y Su sangre: “tomó pan; y, habiendo dado gracias, lo partió y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí. Así mismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí. Así, pues, todas las veces que comiereis de este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga. (1 Corintios 11:23-26).

Limpiaos, pues de la vieja levadura [el apóstol hace alusión aquí acerca de doctrina o enseñanza, mandamientos de hombres o tradiciones, y todo argumento que se opone al Evangelio], para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo [Jesús], ya fue sacrificada por nosotros.
Así que celebremos la fiesta [la Pascua, a Cristo], no con vieja levadura, ni con levadura de malicia y de maldad, sino con panes sin levadura, de sinceridad y de verdad.
1 Corintios 5:7-8
Calendario Judío para el mes de Abril 2019
Según el calendario judío que muestro aquí, la pascua será celebrada el 15 de nisán, que corresponde al sábado 20 de abril; por consiguiente, el sacrificio de nuestro Señor Jesús fue el día anterior, por la tarde, un 14 de nisán, que corresponde al viernes 19 de abril. Aun cuando no estamos bajo la ley (Romanos 6:15), pienso que sería una grata ocasión para celebrar a Cristo, nuestra Pascua o Pésakj (por Cuya causa Dios pasó por alto los días de nuestra ignorancia) este 15 de nisán o sábado 20 de abril, y siempre en horas de la noche, tal y como fue observado por Israel y el mismo Señor: “llegada la noche” (Mateo 26:20; Marcos 14:17 y 1 Corintios 11:23); para hacer memoria de Su bendita muerte; una muerte que nos otorga vida, vida en abundancia. Le amamos porque Él nos amó primero (1 Juan 4:19). ¡Amén!

Y por eso es que el bautismo en agua es y debe ser en el Nombre del Señor Jesús, a fin de identificarnos con Su muerte, sepultura y resurrección (Romanos 6:3-4); tener parte y suerte en Su entera obra por nosotros; y que, por lo mismo, “Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados [Él es nuestra Pascua; por Él es que Dios pasa por alto los años de nuestra ignorancia, y somos libres de Su ira]; y recibiréis el don del Espíritu Santo.” (Hechos 2:38).

Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado.
Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él;
Sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de los muertos, ya no muere; la muerte no se enseñorea más de él.
Porque en cuanto murió, al pecado murió una vez por todas; mas en cuanto vive, para Dios vive.
Así también vosotros consideraos [en el griego se dice “hagan de cuenta que estáis”] muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro.
Romanos 6:7-11

Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois, ¡PORQUE NUESTRA PASCUA, QUE ES CRISTO, YA FUE SACRIFICADA POR NOSOTROS!
¡ASÍ QUE CELEBREMOS LA FIESTA [LA PASCUA]!, no con la vieja levadura, ni con la levadura de malicia y de maldad, sino con panes sin levadura [la Palabra de Dios sin interpretación humana], de sinceridad y de verdad.
1 Corintios 5:7-8

La gracia de Jesucristo sea con todos ustedes. Amén.