jueves, 28 de diciembre de 2023

UN MINISTERIO DE PODER (UN SUEÑO)

H

oy tuve un sueño. A diario configuro mi despertador para despertarme a las 6 am y, lo hago así para, temprano, levantarme para erradicar los desperdicios de casa para dejarlos al pie de la vereda, en espera del camión recolector de basura o desperdicios que, por mi barrio, pasa alrededor de las 7 am. A veces, tengo que recoger desperdicios que, gente irreflexiva, deja regada sobre el área de la berma central que me corresponde mantener limpia; lo que, como es natural, me demanda tiempo; por lo que, por lo mismo, es que debo salir de casa lo más temprano posible. El punto es que, obstante que despierto y levanto temprano, al término de esta labor tengo necesidad de volver a cama: Tengo mis espaldas algo inflamadas, y lo mismo cintura por lo que, como cansado o rendido, siento necesidad de seguir durmiendo; y, en esta ocasión, en ese breve tiempo hasta alrededor de las 10 am, tuve este sueño:

Soñé que una comitiva, como una caravana de cantantes o, lo que sería un corso circense, iban caminando por una de las calles, cantando y pregonando lo que parecía era lo que ellos hacían y querían compartir; y, al rato, como que pasaban por el frontis de lo que sería mi vivienda, por mi barrio; y, cuando ya estaban al frente de donde estaba, una de las personas apostadas sobre la vereda del frente les refirió, a los integrantes de esta comitiva o corso que, ahora, parecían ser una comitiva de cristianos, de algún ministerio cristiano que, al parecer, querían darse a conocer a través de esta marcha, de este corso; que, en uno de los callejones del lado de mi vereda, al parecer había un prostíbulo para que ellos, los integrantes de este corso, comitiva o caravana, hicieran algo para remediar o erradicar esta práctica que estaría dando mala fama al barrio.

Como quiera que estaba enterado de esta práctica, porque -prácticamente- estaba localizado del lado de mi vereda, de la vereda donde supuestamente estaría mi domicilio, corrí para indicarles dónde estaba este antro de malas costumbre o inmoralidad. Dos de ellos me siguieron e, ingresando por lo que parecía ser un estrecho callejón, llegamos hasta tres puertas, cerradas e, intencionalmente, decidieron por abrir la puerta del centro cuando, en mi aparente conocimiento, esperaba que abrieran la puerta de la izquierda; y, cuando abrieron esta puerta, a empujones, vimos a lo que parecían ser “ancianas” tiradas o apostadas sobre dos o tres camas; al parecer, como cuidando de esta guarida para, llegada la noche, ser usada como prostíbulo. Al rato, una de las ancianas pareció adoptar el rostro de un lobo que, con fiereza, nos miraba, con mirada amenazadora y, temeroso, corrí hacia las afueras del callejón.

Aparentemente, los dos varones que incursionaron -hasta este antro o guarida de inmoralidad- no huyeron, ellos se mantuvieron allí y, cuando los esperaba fuera del callejón, ya sobre la vereda, los vi salir como airosos, como que habían cumplido el motivo por el cual habían ingresado. Supongo yo que oraron y reprendieron demonios o algo así y que, las aparentes ancianas que vimos, no eran sino las mismas prostitutas como transformadas espiritualmente. Fuera del callejón, vi a un niño que, con su pie, como que pisó algo ponzoñoso, sería un animalejo rastrero o algo así, con la sencillez de un niño, sin amedrentarse, lo que me impresionó y, terminado el sueño, como que concluí que esa era la forma de proceder, con la fe de un niño que -sencillamente- cree. Y el sueño terminó y, más que nada, porque mi esposa me despertó para preguntarme que qué significaba la palabra “inmutable”, a lo que respondí que su significado era “incambiable” y, porque casualmente tenía el libro del Rev. Branham, “Las Edades de la Iglesia”, sobre mi velador, busqué donde el reverendo hace mención a esta característica de Dios (lo que le permitió concluir en lo que él llamó los mensajeros en cada edad de la Iglesia, desde el apóstol Pablo hasta él mismo como mensajero de la séptima edad de la Iglesia) en el Capítulo Uno, “La Revelación de Jesucristo” de su libro “Las Edades de la Iglesia, donde el reverendo dice:

16 Permítame mostrarle otra razón por la cual Satanás odia este libro de la Revelación de Jesucristo en la Iglesia. El sabe que Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos, y que no cambia. Lo sabe mejor que el noventa por ciento de los teólogos. El sabe que así como Dios es inmutable en Su naturaleza, El es igual de inmutable en Sus modos. Por lo tanto, Satanás sabe de seguro que la Iglesia original de Pentecostés, con el poder de Dios (Marcos 16 en operación), es la Iglesia Verdadera que Jesús reclama como Suya. Todo lo demás es falso, tiene que ser.

17 Ahora, recuerde esto: Cristo en la Iglesia Verdadera es la continuación del libro de los Hechos. Pero el libro de Apocalipsis muestra cómo es que el espíritu del anticristo entraría en la Iglesia y la corrompería, convirtiéndola así en una iglesia tibia, formal y sin poder.

18 También descubre a Satanás, revelando sus obras (el intento de destruir al pueblo de Dios y desacreditar la Palabra de Dios) hasta el momento en que él es echado en el lago de fuego. El combate eso, no puede soportarlo.

19 El sabe que si el pueblo recibe la REVELACION VERDADERA de la IGLESIA VERDADERA y lo que ella es, lo que ella representa y que ELLA PUEDE OBRAR LAS OBRAS MAYORES, ella será un ejército invencible. Si ella recibe una revelación verdadera de los dos espíritus dentro de la estructura de la Iglesia Cristiana, y por medio del Espíritu de Dios discierne y resiste al espíritu del anticristo, Satanás estará sin poder ante ella. El estará tan definitivamente contrarrestado como lo estuvo cuando Cristo resistió sus múltiples esfuerzos por obtener poder sobre El allá en el desierto.

20 Sí, Satanás odia la revelación. Pero nosotros la amamos. Con revelación verdadera en nuestras vidas, las puertas del infierno no pueden prevalecer en contra de nosotros; pero nosotros sí prevaleceremos en contra de ellas.

Pienso en el sueño, y la pregunta de mi esposa que, muy posiblemente, Dios nos enviará un ministerio de poder antes del tiempo del fin que, como el singular ministerio del Rev. Branham, o el de Elías, vuelva el corazón de una iglesia corrompida por el humanismo y otras formas de pecado, al Dios Vivo e incambiable, Jehová de los Ejércitos, Su ejército: Una verdadera Iglesia; con ministros -igualmente- puros, honrados, y no los mercaderes que hoy hay traficando con los dones del Espíritu Santo, y explotan al pueblo ignorante de Su Palabra, la única forma para discernir lo bueno de lo malo, al espíritu del anticristo que ya está enquistado en la iglesia apóstata de hoy.

¿Saben qué? Apocalipsis 17:5 dice que hay una iglesia ramera o prostituta, “BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA”; y, aun el homosexualismo, ya muy arraigado en todo mundo, es producto de esta ramera y sus hijas rameras porque, en sus corazones, nunca propusieron santificar y glorificar el nombre de Jehová (Yehováh en hebreo) para, de esta manera, manifestar Su poder entre el pueblo. Esta iglesia ramera, y las hijas rameras (denominaciones), solo buscan su propia gloria, y gustan tener poder sobre su feligresía, su pueblo.

Que Dios nos envíe un genuino avivamiento, un poderoso obrar santificador del Espíritu Santo antes de Su retorno por Israel (quizá sea éste el que avive a la iglesia según Romanos 11:15), la resurrección de los muertos, nuestra transformación y el rapto de Su perfecta Iglesia para estar con Él por siempre. ¡Amén! ¡Halleluyah!

domingo, 24 de diciembre de 2023

LA ANUNCIACIÓN, EL NACIMIENTO, LOS PASTORES Y PRESENTACIÓN DE JESÚS EN EL TEMPLO

ANUNCIO DEL NACIMIENTO DE JESÚS



26 Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, 27 a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María. 28 Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres. 29 Mas ella, cuando le vio, se turbó por sus palabras, y pensaba qué salutación sería esta. 30 Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. 31 Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS. 32 Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; 33 y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. 34 Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón. 35 Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios. 36 Y he aquí tu parienta Elisabet, ella también ha concebido hijo en su vejez; y este es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril; 37 porque nada hay imposible para Dios. 38 Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia.

Lucas 1:26-38

NACIMIENTO DE JESÚS

1 Aconteció en aquellos días, que se promulgó un edicto de parte de Augusto César, que todo el mundo fuese empadronado. Este primer censo se hizo siendo Cirenio gobernador de Siria. E iban todos para ser empadronados, cada uno a su ciudad. Y José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por cuanto era de la casa y familia de David; para ser empadronado con María su mujer, desposada con él, la cual estaba encinta. Y aconteció que estando ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento. Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.

Lucas 1:1-7

LOS ÁNGELES Y LOS PASTORES

Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño. Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor. 10 Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: 11 que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor. 12 Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre. 13 Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían:

14 ¡Gloria a Dios en las alturas,

Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!

15 Sucedió que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha manifestado. 16 Vinieron, pues, apresuradamente, y hallaron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. 17 Y al verlo, dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño. 18 Y todos los que oyeron, se maravillaron de lo que los pastores les decían. 19 Pero María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón. 20 Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho.

Lucas 2:8-20

PRESENTACIÓN DE JESÚS EN EL TEMPLO

21 Cumplidos los ocho días para circuncidar al niño, le pusieron por nombre JESÚS, el cual le había sido puesto por el ángel antes que fuese concebido.

22 Y cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, conforme a la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor 23 (como está escrito en la ley del Señor: Todo varón que abriere la matriz será llamado santo al Señor), 24 y para ofrecer conforme a lo que se dice en la ley del Señor: Un par de tórtolas, o dos palominos. 25 Y he aquí había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, y este hombre, justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel; y el Espíritu Santo estaba sobre él. 26 Y le había sido revelado por el Espíritu Santo, que no vería la muerte antes que viese al Ungido del Señor. 27 Y movido por el Espíritu, vino al templo. Y cuando los padres del niño Jesús lo trajeron al templo, para hacer por él conforme al rito de la ley, 28 él le tomó en sus brazos, y bendijo a Dios, diciendo:

29 Ahora, Señor, despides a tu siervo en paz,

Conforme a tu palabra;

30 Porque han visto mis ojos tu salvación,

31 La cual has preparado en presencia de todos los pueblos;

32 Luz para revelación a los gentiles,

Y gloria de tu pueblo Israel.

33 Y José y su madre estaban maravillados de todo lo que se decía de él. 34 Y los bendijo Simeón, y dijo a su madre María: He aquí, este está puesto para caída y para levantamiento de muchos en Israel, y para señal que será contradicha 35 (y una espada traspasará tu misma alma), para que sean revelados los pensamientos de muchos corazones.

36 Estaba también allí Ana, profetisa, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad muy avanzada, pues había vivido con su marido siete años desde su virginidad, 37 y era viuda hacía ochenta y cuatro años; y no se apartaba del templo, sirviendo de noche y de día con ayunos y oraciones. 38 Esta, presentándose en la misma hora, daba gracias a Dios, y hablaba del niño a todos los que esperaban la redención en Jerusalén.

EL REGRESO A NAZARET

39 Después de haber cumplido con todo lo prescrito en la ley del Señor, volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. 40 Y el niño crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios era sobre él.


miércoles, 20 de diciembre de 2023

¡FELIZ 2023 CUMPLEAÑOS, SEÑOR JESÚS!

S

í, aun cuando el mundo cristiano no tiene con certeza la fecha en que el Señor Jesús habría nacido, por tradición muchos estaremos haciendo memoria, Biblia en mano, de aquel bendito acontecimiento de Su nacimiento en Belén de Judá.


El nacimiento del Salvador, Jesús, Yeshúa, Yehováh yoshía, Yehováh salva

Por alguna razón que no logramos desentrañar, la fecha de Su nacimiento sigue siendo un misterio; y, aún cuando hay estudiosos que han inquirido con significativa racionalidad y justo juicio la temporada en que Él habría nacido, quizá en primavera cuando la naturaleza revive el reino vegetal, y el animal pare sus crías; lo cierto es que nadie, en absoluto, habría podido concluir el día de Su nacimiento a partir del único argumento que se registra en la Biblia, precisamente en el Evangelio según Lucas, capítulos 1 y 2.

Y es notorio que, por tradición o porque así lo determinó Dios para con Su pueblo, Israel, no se ve registro de que se haya celebrado el cumpleaños de algún rey judío, un sacerdote o profeta y, porque ésta fue la noma con los dignatarios o príncipes de Israel o el pueblo judío, quizá eso estableció la misma norma de conducta para con el resto del pueblo.

Sin embargo, y porque el nacimiento del Señor es de suma importancia, el escritor o escriba, Lucas, no escatimó detalles que fueran necesarios para, de esta manera, dar luces del tiempo o temporada en que el Salvador nacería cuando, en el Evangelio de su autoría, él declara lo siguiente:

1 Por aquellos días, salió un edicto de parte de César Augusto, para que se hiciera un censo de toda la tierra habitada.

2 Este primer censo se hizo cuando Cirenio gobernaba Siria.

3 Y todos marchaban a inscribirse en el censo, cada uno a su propia ciudad.

4 También José subió desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, hacía Judea, a la ciudad de David, la cual se llama Belén, por ser él de la casa y familia de David,

5 para inscribirse junto con María, quien estaba desposada con él y encinta.

6 Y aconteció que, mientras estaban allí, se cumplieron los días para que ella diese a luz.

7 Y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.

Lucas 2:1-7

Así, si ese hecho es histórico (véase el artículo según Wikipedia.org en español: es.Wikipedia.orghttps://es.wikipedia.org/wiki/Censo_de_Quirino), el evangelista Lucas quiso, con el registro de este hecho, reconocer que -igualmente- el nacimiento del Señor Jesús fue histórico y que, si no cuestionamos la veracidad de Su nacimiento, tampoco cuestionaremos la veracidad de la procedencia de tan glorioso acontecimiento como cumplimiento de todas las profecías que, desde tiempo antiguo, fueron anticipando que Dios nos levantaría un Salvador y que, conforme lo demuestran otras Escrituras, no es otro sino Él mismo, Jehová Dios mismo haciéndose carne u hombre para redimir a Su descendencia caída en pecado. ¡Halleluyah!

Y, si hasta aquí podemos aseverar que Jesús [el nombre Jesús proviene del griego Ἰησοῦς (se pronuncia Iesous) que, a su vez, proviene del hebreo Yeshúa (יֵשׁוּעַ), que significa Yehováh yoshía o Yehováh salva] es parte de nuestra historia, cumpliendo fielmente TODA PROFECÍA en relación a Su primera venida, no habría por qué dudar las profecías que, en relación con Él, nos aseguran que muy pronto retornará en gloria (con un cuerpo glorioso) para, gloriosamente, llevarse a un pueblo igualmente glorioso o vestido de Su gloria: gran parte, resucitados y, parte, quienes estemos vivos para, como los resucitados, igualmente ser transformados o transfigurados para reunirnos con Él en el cielo y, en palabras del apóstol, estar con Él por siempre. Amén.

Y, si el Calendario Gregoriano de que hacemos uso hoy está correcto (porque algunos concluyen que estaríamos hasta 4 años atrasados), el Señor Jesús estaría cumpliendo este año 2023 años: 30 o 33 durante Su vida y ministerio terrenal y, los restantes, como fiel Sumo Sacerdote en el cielo intercediendo por Su Iglesia, los redimidos por Su preciosa Sangre y sellados con el Espíritu Santo de la promesa, “el cual es las arras [garantía] de nuestra herencia con miras a la redención de la posesión adquirida, para alabanza de Su gloria.” (Efesios 1:13-14, VRV 1977).

¡Feliz 2023 Cumpleaños, Señor Jesús!

Así, cuando llegue el 25 de diciembre de 2023, antes de saludarnos los unos a los otros con un “¡Feliz Navidad!”, o antes de regalar a nuestros hijos o nietos con cualesquier regalo; si les parece bien, levantemos nuestros rostros hacia el cielo y, con corazones agradecidos, saludemos, felicitemos y celebremos al Señor Jesús porque, un día y hace 2023 años, Él nació trayendo consigo salvación y vida eterna. ¡Halleluyah!

¡Shalom alehem! ¡Amén!