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í, aun cuando el mundo cristiano no tiene con certeza la fecha en que el Señor Jesús habría nacido, por tradición muchos estaremos haciendo memoria, Biblia en mano, de aquel bendito acontecimiento de Su nacimiento en Belén de Judá.
El nacimiento del Salvador, Jesús, Yeshúa, Yehováh yoshía, Yehováh salva |
Por alguna razón que no logramos desentrañar, la fecha de Su nacimiento sigue siendo un misterio; y, aún cuando hay estudiosos que han inquirido con significativa racionalidad y justo juicio la temporada en que Él habría nacido, quizá en primavera cuando la naturaleza revive el reino vegetal, y el animal pare sus crías; lo cierto es que nadie, en absoluto, habría podido concluir el día de Su nacimiento a partir del único argumento que se registra en la Biblia, precisamente en el Evangelio según Lucas, capítulos 1 y 2.
Y es
notorio que, por tradición o porque así lo determinó Dios para con Su pueblo,
Israel, no se ve registro de que se haya celebrado el cumpleaños de algún rey
judío, un sacerdote o profeta y, porque ésta fue la noma con los dignatarios o
príncipes de Israel o el pueblo judío, quizá eso estableció la misma norma de
conducta para con el resto del pueblo.
Sin embargo, y porque el nacimiento del Señor es de suma importancia, el escritor o escriba, Lucas, no escatimó detalles que fueran necesarios para, de esta manera, dar luces del tiempo o temporada en que el Salvador nacería cuando, en el Evangelio de su autoría, él declara lo siguiente:
1 Por aquellos días, salió un edicto
de parte de César Augusto, para que se hiciera un censo de toda la tierra
habitada.
2 Este primer censo se hizo cuando Cirenio gobernaba Siria.
3 Y todos marchaban a inscribirse en el censo, cada uno a su
propia ciudad.
4 También José subió desde Galilea, de la ciudad de Nazaret,
hacía Judea, a la ciudad de David, la cual se llama Belén, por ser él de la
casa y familia de David,
5 para inscribirse junto con María, quien estaba desposada con
él y encinta.
6 Y aconteció que, mientras estaban allí, se cumplieron los
días para que ella diese a luz.
7 Y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales, y
lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.
Lucas 2:1-7
Así, si ese hecho es histórico (véase el artículo según Wikipedia.org en español: es.Wikipedia.orghttps://es.wikipedia.org/wiki/Censo_de_Quirino), el evangelista Lucas quiso, con el registro de este hecho, reconocer que -igualmente- el nacimiento del Señor Jesús fue histórico y que, si no cuestionamos la veracidad de Su nacimiento, tampoco cuestionaremos la veracidad de la procedencia de tan glorioso acontecimiento como cumplimiento de todas las profecías que, desde tiempo antiguo, fueron anticipando que Dios nos levantaría un Salvador y que, conforme lo demuestran otras Escrituras, no es otro sino Él mismo, Jehová Dios mismo haciéndose carne u hombre para redimir a Su descendencia caída en pecado. ¡Halleluyah!
Y, si
hasta aquí podemos aseverar que Jesús [el nombre Jesús proviene del griego Ἰησοῦς
(se pronuncia Iesous) que, a su vez, proviene del hebreo Yeshúa (יֵשׁוּעַ), que significa Yehováh yoshía o Yehováh
salva] es parte de nuestra historia, cumpliendo fielmente TODA PROFECÍA en
relación a Su primera venida, no habría por qué dudar las profecías que, en
relación con Él, nos aseguran que muy pronto retornará en gloria (con un cuerpo
glorioso) para, gloriosamente, llevarse a un pueblo igualmente glorioso o
vestido de Su gloria: gran parte, resucitados y, parte, quienes estemos vivos para,
como los resucitados, igualmente ser transformados o transfigurados para
reunirnos con Él en el cielo y, en palabras del apóstol, estar con Él por
siempre. Amén.
Y, si el Calendario Gregoriano de que hacemos uso hoy está correcto (porque algunos concluyen que estaríamos hasta 4 años atrasados), el Señor Jesús estaría cumpliendo este año 2023 años: 30 o 33 durante Su vida y ministerio terrenal y, los restantes, como fiel Sumo Sacerdote en el cielo intercediendo por Su Iglesia, los redimidos por Su preciosa Sangre y sellados con el Espíritu Santo de la promesa, “el cual es las arras [garantía] de nuestra herencia con miras a la redención de la posesión adquirida, para alabanza de Su gloria.” (Efesios 1:13-14, VRV 1977).
¡Feliz 2023 Cumpleaños, Señor Jesús!
Así,
cuando llegue el 25 de diciembre de 2023, antes de saludarnos los unos a los
otros con un “¡Feliz Navidad!”, o antes de regalar a nuestros hijos o nietos
con cualesquier regalo; si les parece bien, levantemos nuestros rostros hacia
el cielo y, con corazones agradecidos, saludemos, felicitemos y celebremos al
Señor Jesús porque, un día y hace 2023 años, Él nació trayendo consigo
salvación y vida eterna. ¡Halleluyah!
¡Shalom alehem! ¡Amén!
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