sábado, 20 de abril de 2024

LA AUTORIDAD DEL NOMBRE DE JESÚS EN EL BAUTISMO EN AGUA

L

a gran mayoría de iglesias cristianas evangélicas, carismáticas e, inclusive, la católica, han avanzado en creer en la autoridad del nombre de Jesús; y, por lo mismo, hoy en día invocan a Dios (por lo general, solo lo invocan por Sus títulos, y no por Su nombre, Jehová o, mejor, Yehováh) en el nombre de Jesús, para orar por los enfermos, y reprender demonios en servicios de liberación en el nombre de Jesús. ¿Por qué? Ellos han entendido que hay autoridad en este nombre, Jesús.


Sin embargo, y este agradable avance en la fe, que el evangelio de Dios nos ha concedido para nuestra prosperidad espiritual y gloria de Su nombre; cuando la mayoría de iglesias intentan introducir a un recién convertido al Cuerpo de Cristo, y al compañerismo con los ya santificados, tristemente ignoran y hasta rehúsan usar esta autoridad, la autoridad del nombre de Jesús en el bautismo en agua; para, y como es común, bautizar al recién convertido en el nombre del “Padre, Hijo y Espíritu santo”, conforme a una teología que, tristemente, aún impera en la mayoría de iglesias de hoy.

Éstos aducen que, porque el Señor Jesús dijo “bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.” (Mateo 28.19), es que ellos bautizan de esa manera; sin embargo, los renombrados teólogos de esta inmensa mayoría de iglesias saben que, Mateo 28.19, fue manipulado, que originalmente esta cita bíblica no rezaba así y que, en consecuencia, lo allí citado en casi la totalidad de revisiones bíblicas no debería ser considerado como serio fundamento para la fe. En cambio, cuando leemos en el libro de Hechos, cómo es que los apóstoles y evangelistas bautizaron a los recién convertidos, vemos que estos fueron bautizados invocando el nombre de Jesús (o Yeshúa, en el idioma hebreo; siendo que esta fe empezó a difundirse entre los hebreos, en Jerusalén); y que, tan pronto eran bautizados en el nombre de Jesús, luego todos oraban o intercedían a favor del recién convertido y bautizado, para que éste recibiera el don del Espíritu Santo como el mejor Testigo y señal que, realmente, se ha creído en el nombre de Jesús.

Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.

(Romanos 10.10)

Y, tanto en Juan 7.37-39, Gálatas 2.16; 3.2, y Efesios 1.13, se declara que el Espíritu Santo se recibe por la fe y, más exactamente, por la fe en Jesucristo; vale decir que, el Espíritu Santo, es la confirmación de que realmente hemos sido justificados o declarados justos por la fe en Jesucristo.

Efectivamente, muchos teólogos ignoran -voluntariamente- que Mateo 28.19 es espurio porque, según la imagen o copia fotostática de una porción del evangelio según Mateo, este versículo reza sencillamente como “Por tanto, id, y haced discípulos en las naciones bautizándolos en mi nombre. “

Y, según lo declaró Eusebio (Obispo) de Cesárea en sus libros III, capítulo 6, 132 (a), p. 152; IX, capítulo 11, 445; y I, capítulo 5, 9 (a), p. 24, respectivamente, tras haber tenido acceso a la Biblioteca de Cesárea, donde halló un original del evangelio según Mateo, entre los manuscritos más antiguos almacenados allí, él afirma que el Señor Jesús dijo a Sus discípulos:

“Id, y haced discípulos de todas las naciones en mi nombre, enseñándoles a observar todas las cosas que yo os he mandado.”

“Id y haced discípulos de todas las naciones en mi nombre.”, y

“Id vosotros, y haced discípulos de todas las Naciones, enseñándoles que observen todas las cosas, las cuales yo os he mandado.”

Y, en ningún momento, reconociendo el mandamiento de bautizar en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, tal como reza en las versiones y revisiones de la Biblia que circulan en la actualidad.

El apóstol Pablo, cuando llegó a Éfeso, preguntó: “¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis?” (Hechos 19.2). ¿Por qué? Él sabía la importancia de la presencia del Espíritu santo en el creyente, en la Iglesia. El apóstol Santiago dijo que el cuerpo sin el espíritu está muerto (Santiago 2.26) y, del mismo modo, un creyente o la iglesia o congregación local misma, sino tiene el Espíritu Santo está muerta. En Apocalipsis 3.1 se dice:

“… Yo conozco tus obras, que tienes nombre que vives [se ufanaban de decir que eran cristianos], y estás muerto.”

Y esa sería nuestra condición si, a cambio del Espíritu Santo nos conformamos con el espíritu de un “carismático” evangelista o pastor, un emotivo director de alabanzas o, por último (o primero), con la manifestación de carismas que, conforme a 1 Corintios 12.3, hasta podrían ser manifestaciones de espíritus de error, de demonios.

No, tenemos la buena nueva o evangelio en el nombre de Jesús para hacernos de la promesa del Espíritu Santo; y, si confesamos este Nombre, que es “sobre todo nombre”, y más sobre el nombre de títulos de Padre, Hijo y Espíritu Santo, durante el bautismo en agua, tal como lo enseñaron y practicaron en el libro de Hechos, vamos a permitir a Dios completar la obra de santificación en el creyente, para recibir el Espíritu Santo como señal de la justificación por la fe en Jesucristo, al haber confesado el nombre de Jesús durante el bautismo en agua.

Y luego, Frederick Cornwallis Conybeare (1856-1924), profesor de teología en la Universidad de Oxford, dio testimonio de este hecho y escribió: “De los testigos patrísticos del texto del Nuevo Testamento, tal como estaba en los manuscritos griegos alrededor del 300 al 340, ninguno es tan importante como Eusebio de Cesárea, puesto que vivía en la mayor biblioteca cristiana de la época, aquella que Orígenes y Pamphilus habían reunido. En su “Teofanía”, que se conserva en una versión siríaca antigua, de un códice de Nitria escrito en el año 411 [que está] en el Museo Británico, en su famosa “Historia Eclesiástica”, y en su panegírico del emperador Constantino; tras una moderada búsqueda en estas obras de Eusebio, he hallado dieciocho citas de Mateo 28:19, y siempre en la forma siguiente:

19 Id y haced discípulos de todas las naciones en mi nombre, enseñándoles a observar todas las cosas que yo os he mandado.”

Es más, según la Enciclopedia Católica de 1913, volumen 2, pág. 365, los católicos reconocen que el bautismo fue cambiado por la Iglesia Católica; y, en la Enciclopedia Católica de 1967, edición 2, volumen 2, pág. 56, 59, se dice:

“Una referencia explícita a la fórmula trinitaria bautismal no es encontrada en los primeros siglos.”

Y, en la Enciclopedia Católica, tomo II, pág. 263, se dice: “La fórmula bautismal fue cambiada de el  nombre de Yehoshúa por las palabras ‘Padre, Hijo, y Espíritu Santo’ por la Iglesia Católica en el siglo segundo.”[1]

Algunos aducen que, porque no hay registro en el libro de los Hechos, en que se invoca el nombre de Jesús durante el bautismo, que eso sería razón para no saber “la fórmula” o cómo se procedería durante el sacramento del bautismo en agua; sin embargo, y sosteniendo este argumento, bien que invocan una trinidad al momento de bautizar a los recién convertidos.

En hechos 16.18, se relata cómo el apóstol Pablo echó fuera un demonio de adivinación:

Y esto lo hacía por muchos días; más desagradando a Pablo, este se volvió y dijo al espíritu: Te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella. Y salió en aquella misma hora.

Pues bien, de la misma manera, y usando este claro ejemplo, bien podemos concluir que, cada vez que un creyente fue bautizado en el libro de los Hechos, éste fue bautizado “en el nombre de Jesucristo” tal como, en Hechos 2.38, quedó establecido por boca del apóstol Pedro:

38 Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. 39 Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.

Y, en Romanos 6.3-4, el apóstol Pablo enseñó que, mediante el bautismo en el nombre de Jesús, nos identificamos con Su muerte, sepultura y resurrección; estamos confesando, tan igual como cuando lo confesamos durante la Cena del Señor, que creemos en Su muerte y resurrección sustitutoria o vicaria a favor de nosotros.

Temamos, no sea que, en aquel día, Él nos desconozca y eche, calificándonos como hacedores de maldad (Mateo 7.22-23); porque, pudiendo ser humildes para reconocer las claras instrucciones de Dios en Su Palabra, para hacer partícipes a todo creyente de la totalidad de las bendiciones y Su gracia infinita para con los miembros de Su Cuerpo, la Iglesia (Efesios 1.3), les cerramos la puerta, la única puerta que nos permite ver y entrar a Su reino (Juan 3.3-5), mediante el nombre de Jesús, invocándolo en el momento del bautismo en agua.

17 Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.

Colosenses 3.17

Sí, todo, ¡TODO!, y esto incluye también al bautismo en agua, en el nombre de Jesús, Jesucristo o Señor Jesús.

La gracia de Jesucristo sea con todos ustedes. Amén.

viernes, 5 de abril de 2024

LA SIMIENTE [O DESCENDENCIA] DE LA SERPIENTE


La Recompensa Prometida / La Edad de Éfeso

“Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios”. Esta es la recompensa para todos los vencedores de todas las edades. Cuando la última llamada a la batalla haya sido hecha, cuando hayamos dejado nuestra armadura, entonces reposaremos en el paraíso de Dios y nuestra porción será el Árbol de la Vida para siempre.

 “El Árbol de la Vida”. ¿No es esa una expresión hermosa? Se menciona tres veces en Génesis y tres veces en Apocalipsis. Es el mismo árbol y simboliza la misma cosa en cada una de las seis Escrituras.

Pero ¿qué es el Árbol de la Vida? Ahora, en primer lugar tenemos que saber qué es lo que significa el árbol. En Números 24:6, cuando Balaam describía a Israel, dijo que eran “como lináloes plantados por Jehová”. Árboles, a través de las Escrituras se refieren a personas — como dice en el primer Salmo. Entonces el Árbol de la Vida tiene que ser la Persona de la Vida, Jesús.

Ahora, habían dos árboles en medio del Huerto del Edén. Uno era el Árbol de la Vida, y el otro era el Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal. El hombre habría de vivir por medio del Árbol de la Vida; pero no habría de tocar el otro árbol porque al hacerlo moriría. Pero el hombre tomó del otro árbol, y cuando lo hizo, la muerte entro en él por medio de su pecado, y él fue separado de Dios.

Ahora, aquel Árbol allá en el Edén, aquel Árbol que era la fuente de Vida, era Jesús. En San Juan en los capítulos seis al ocho, Jesús se presenta como la fuente de Vida Eterna. El mismo dijo que era el Pan del Cielo. El habló del ofrecimiento de Sí mismo, diciendo que si algún hombre comiere de El, nunca moriría. El proclamó que conocía a Abraham, y que antes de que Abraham fuera, El ERA. Profetizó que El mismo les daría agua viva y que todo aquel que bebiere de esta agua, nunca jamás tendría sed, sino que viviría eternamente. Se mostró como el GRAN “YO SOY”. El es el Pan de Vida, el Pozo de Vida, el Ser Eterno, el ÁRBOL DE LA VIDA. El estuvo allá en medio del Huerto del Edén así como también estará en medio del paraíso de Dios.

Algunos tienen la idea que aquellos dos árboles en el huerto eran iguales a los demás que Dios había puesto allí. Pero estudiantes esmerados saben que esto no es cierto. Cuando Juan el Bautista clamó que el hacha estaba puesta a la raíz de todos los árboles, él no estaba simplemente hablando de árboles naturales, sino de fundamentos espirituales. Ahora, en I Juan, dice:

Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo.

I Juan 5:11

Y no queréis venir a mí para que tengáis vida.

San Juan 5:40

Así que el testimonio, la Palabra de Dios, dice claramente que VIDA, LA VIDA ETERNA, está en el Hijo. No está en ninguna otra parte.

El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.

I Juan 5:12

Entonces, siendo que el testimonio no puede cambiar (quitado de, o agregado a), el testimonio queda en que LA VIDA ESTA EN EL HIJO. Siendo que esto es la verdad, EL ÁRBOL DE VIDA EN EL HUERTO, TIENE QUE SER JESUS.

Bien. Si el Árbol de la Vida es una persona, entonces el Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal es TAMBIEN una persona. No puede ser de otra manera. Así que el Ser Justo y el ser maligno estaban allí lado a lado en medio del Huerto del Edén.

En Edén, en el huerto de Dios estuviste (Satanás).

Ezequiel 28:13

Aquí es donde recibimos la verdadera revelación de la simiente de la serpiente. Aquí está lo que verdaderamente sucedió en el Huerto del Edén. La Palabra dice que Eva fue engañada por la serpiente. Ella en realidad fue seducida por la serpiente.

Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho…

Génesis 3:1

Esta bestia era tan semejante al ser humano (empero era totalmente animal) que podía razonar y hablar. El era una criatura que se paraba recto y era entre el chimpancé y el hombre, pero más semejante al hombre. Y era tan semejante al ser humano que su simiente podía, y hasta se unió con la de la mujer e hizo que ella concibiera. Cuando esto sucedió, Dios maldijo la serpiente. Cambió todos los huesos en el cuerpo de la serpiente de manera que tuvo que arrastrarse como una víbora. La ciencia puede esforzarse hasta lo sumo y nunca hallará el eslabón perdido, Dios tomó cuidado de eso. El hombre es sabio, y puede ver alguna relación entre el hombre y el animal, y procura probarlo por medio de la evolución. No hay tal evolución, pero el hombre y el animal sí se mezclaron. Ese es uno de los misterios de Dios que ha permanecido escondido, pero aquí está revelado. Sucedió allá en medio del Edén cuando Eva rechazó la Vida para aceptar la muerte. Fíjese en lo que Dios les dijo en el huerto:

Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.

Génesis 3:15

Si damos crédito a la Palabra que la mujer sí tuvo una Simiente, entonces la serpiente seguramente también tuvo una simiente. Si la Simiente de la mujer fue un varón que vino sin el concurso del hombre, entonces la simiente de la serpiente tendrá que venir en la misma forma, o sea, otro varón tendrá que nacer aparte de la instrumentalidad humana. No hay ningún estudiante que no sepa que la Simiente de la mujer fue Cristo, Quien vino por la instrumentalidad de Dios, aparte del concurso humano. Es igualmente conocido que la predicción de la herida en la cabeza de la serpiente era en efecto una profecía tocante a lo que Cristo lograría en contra de Satanás, en la cruz. Allí en la cruz, Cristo heriría la cabeza de Satanás, mientras que Satanás heriría el calcañar del Señor.

Esta porción de la Escritura es la revelación de cómo la simiente literal de la serpiente fue sembrada en la tierra, así como tenemos el registro de Lucas 1:26-35, donde está registrado exactamente cómo la Simiente de la mujer llegó a la manifestación física aparte de la instrumentalidad humana.

Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María. Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mueres. Mas ella, cuando le vio, se turbó por sus palabras, y pensaba qué salutación sería esta. Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús. Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón. Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios

Lucas 1:26-35

Como la Simiente de la mujer fue Dios literalmente reproduciéndose en carne humana, así también la simiente de la serpiente fue la manera literal por la cual Satanás halló como abrirse la puerta para entrar en el género humano. Fue imposible para Satanás reproducirse de la misma manera en que Dios se reprodujo a Sí mismo (porque él solamente es un ser-espíritu que fue CREADO), así que el registro en Génesis relata como fue que él produjo su simiente y se introdujo, o más bien se inyectó en el género humano. También recuerde que Satanás es llamado ‘la serpiente.’ Es la inyección de su simiente en el género humano de lo que estamos hablando.


Antes de que Adán conociese carnalmente a Eva, la serpiente ya la había conocido. Y el que nació de ese acto, fue Caín. Caín fue (nacido de, engendrado de) “del maligno” (1 Juan 3:12). El Espíritu Santo en Juan no podía en un lugar llamar a Adán “el maligno” (porque eso sería si fuera el padre de Caín), y en otro lugar llamarlo el “hijo de Dios”, lo cual era por creación (Lucas 3:38). Caín fue en carácter como su padre, uno que trae muerte, un asesino. Su reto atrevido hacia Dios cuando fue confrontado con el Todopoderoso, según Génesis 4:5, 9, 13 y 14, muestra características completamente inhumanas, y aun parece exceder cualquier relato registrado en las Escrituras tocante a una confrontación entre Dios y Satanás.

Pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante. Y Jehová dijo a Caín: ¿Dónde está Abel tu hermano? Y él respondió: No sé. ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano? Y dijo Caín a Jehová: Grande es mi castigo para ser soportado. He aquí me echas hoy de la tierra, y de tu presencia me esconderé, y seré errante y extranjero en la tierra; y sucederá que cualquiera que me hallare, me matará.

Génesis 4:5, 9, 13, 14

Note la manera exacta en que el registro de Dios promulga los nacimientos de Caín, Abel y Set. Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo:

Por voluntad de Jehová he adquirido varón. Después dio a luz a su hermano Abel…

Génesis 4:1 y 2

Y conoció de nuevo Adán a su mujer, la cual dio a luz un hijo, y llamó su nombre Set…

Génesis 4:25

Nacieron TRES hijos de DOS actos de conocimiento carnal de Adán. Ahora, siendo que la Biblia es la perfecta y exacta Palabra de Dios, esto no es un error sino que es un registro para nuestra iluminación. Siendo que nacieron TRES hijos, pero Adán sólo tuvo DOS actos, Ud. sabe POSITIVAMENTE que UNO de aquellos tres NO ERA de Adán. Dios ha registrado esto de esta manera tan exacta para mostrarnos algo.

La verdad del asunto es que Eva traía en sí DOS hijos (gemelos) de fecundaciones DISTINTAS. Ella llevaba gemelos, con la concepción de Caín producida un poco antes de la de Abel. ¿Ve Ud. aquellos GEMELOS de nuevo? Un tipo perfecto como siempre.

Para todos aquellos que no creen que esto sea posible, sepan que hoy mismo los registros médicos están llenos de tales casos en que mujeres han tenido gemelos que eran de óvulos distintos y fecundaciones distintas, con la fertilización de los óvulos ocurriendo días aparte. Y NO SOLAMENTE ES CIERTO ESO, sino que algunos de los registros muestran que los gemelos fueron engendrados por varones distintos.

Hace poco se publicó por todo el mundo la historia de una madre noruega que estaba demandando judicialmente de su esposo sostén para ella y sus gemelos, de los cuales uno era blanco y el otro negro. Ella admitió que tenía un amante negro. El tiempo entre las dos concepciones era como de tres semanas. En Beaumont, Texas, en 1963, los registros mostraron otra vez un nacimiento múltiple en el cual las fecundaciones fueron separadas por varios días, y ciertamente fue tan tremendo el caso, que la mujer casi murió juntamente con un hijo durante el parto.


Ahora, ¿por qué tuvo que ser esto? ¿Por qué tuvo que venir de esta manera la simiente de la serpiente? El hombre fue creado para Dios. El hombre habría de ser el templo de Dios. El lugar del reposo de Dios (del Espíritu Santo) era el hombre, el templo.

Este halló gracia delante de Dios, y pidió proveer tabernáculo para el Dios de Jacob. Mas Salomón le edificó casa; si bien el Altísimo no habita en templos hechos de mano, como dice el profeta: El cielo es mi trono, y la tierra el estrado de mis pies. ¿Qué casa me edificaréis? dice el Señor; ¿O cuál es el lugar de mi reposo? ¿No hizo mi mano todas estas cosas? ¡Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos! Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres, así también vosotros.

Hechos 7:46-51

Satanás ha sabido esto todo el tiempo. El también quiere morar en el hombre así como lo hace Dios. Pero Dios ha reservado para Sí mismo aquel derecho. Satanás no lo puede hacer. Sólo Dios apareció en carne humana. Satanás no pudo y nunca podrá hacerlo. El no tiene poderes creativos. La única manera como Satanás podía lograr lo que deseaba, era entrar en la serpiente en el Edén, así como entró por medio de los espíritus inmundos en los puercos en Gadara. Dios no entra en animales; pero Satanás lo puede hacer y lo hará para lograr sus propósitos. El no pudo tener un hijo directamente por Eva como Dios lo tuvo por María, así que entró en la serpiente y engañó a Eva. El la sedujo, y por medio de ella Satanás tuvo un hijo vicariamente. Caín manifestó completamente las características espirituales de Satanás y las características bestiales (sensuales, carnales) de la serpiente. Con razón el Espíritu Santo dijo que Caín era del maligno, en verdad lo era.

Ahora quiero considerar algunas pruebas ciertas que tenemos, para demostrar que en verdad hay una afinidad entre el hombre y el animal. Es una cosa física. ¿Sabe Ud. que se pueden tomar las células embrionarias del feto, que aún no ha nacido, y se pueden inyectar en el ser humano? Entonces las células de la tiroides, irán directamente a la tiroides humana, y las células de riñón, irán directamente a los riñones humanos. ¿Se da cuenta cuán estupendo es esto? Alguna inteligencia dirige aquellas células de animal exactamente a su debido lugar. Aquella inteligencia recibe esas células y las coloca en el lugar correcto. Hay una afinidad entre el hombre y el animal, pero las simientes no se pueden mezclar para reproducirse, lo han intentado.

Pero allá en el huerto aquel intercambio sucedió y la afinidad química que todavía existe, lo prueba. Porque allá en el Edén la serpiente era una criatura vertical. Era semejante al hombre, casi era hombre. Satanás se aprovechó de las características físicas de la serpiente para usarlo a él para engañar a Eva. Luego Dios destruyó aquella forma de la serpiente. Ningún otro animal puede mezclarse con el hombre, pero todavía existe la afinidad.

Ya que hemos llegado hasta aquí, déjeme tratar de cristalizar el pensamiento sobre este asunto para que Ud. pueda ver la necesidad de haber entrado en este estudio de la doctrina de la simiente de la serpiente.

Empezamos con el hecho de que hubieron DOS árboles en medio del huerto. El Árbol de la Vida era Jesús. El otro árbol definitivamente era Satanás por causa de lo que vino como fruto de aquel árbol. Ahora bien, sabemos que ambos árboles tenían algo que ver con el hombre, de otra manera nunca hubieran sido puestos allí. Tuvieron que tener parte en el plan y propósito soberano de Dios, en su relación particular con el hombre y con Dios mismo, porque de otra manera no podríamos atribuir omnisciencia a Dios. Hasta aquí todo es verdad, ¿no es así? Ahora, la Palabra definitivamente muestra que desde ANTES de la fundación del mundo el propósito de Dios era compartir Su Vida Eterna con el hombre.

Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, En amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia, que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia, dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo, de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra. En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad.

Efesios 1:4-11

Y la adoraron (Satanás) todos los moradores de la tierra cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo.

Apocalipsis 13:8

Pero aquella Vida no podía ser, y no sería compartida de ninguna otra manera sino a través de “Dios manifestado en carne”. Esto era parte de Su predestinado propósito eterno. Este plan era para la alabanza de la gloria de Su gracia. Era el plan de la Redención. Era el plan de la Salvación. Ahora escuche bien: “Dios siendo un Salvador, fue necesario que predestinara a un hombre que necesitara salvación para así darse razón y propósito de existencia”. Eso es ciento por ciento correcto, y hay multitudes de Escrituras que lo prueban así, como por ejemplo:

Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén.

Romanos 11:36

El hombre no podía venir directamente y tomar del Árbol de la Vida en medio del huerto. Esa Vida Eterna primeramente tenía que llegar a ser carne. Pero antes de que Dios pudiese haber traído y salvado a un pecador, tenía que tener un pecador para traer y salvar. El hombre tenía que caer. La caída que sería causada por Satanás, tenía que tener carne para así ocasionar la caída. Y Satanás también tenía que venir por carne. Pero Satanás no podía venir a través de carne humana para ocasionar la caída igual como Cristo vendría en carne humana para restaurar a los caídos. Pero había un animal, la serpiente, tan semejante al hombre que Satanás podía hacer contacto con esa bestia, y por medio de esa bestia él podía llegar a ser carne humana y causar la caída, y así inyectarse en el género humano; así como Jesús algún día se inyectaría en el género humano, en cuerpos humanos, a la altura de una resurrección en la cual nosotros tendremos cuerpos semejantes a Su Cuerpo glorificado.

Entonces, lo que Dios obró en el huerto era Su plan predestinado. Y cuando Satanás ocasionó lo que era necesario para cumplir el propósito de Dios, entonces el hombre no podía llegar al Árbol de la Vida en el huerto, ciertamente que no. No era tiempo. Pero un animal (¿no fue un animal lo que causó la caída? dejemos entonces que muera un animal) fue tomado y su sangre fue derramada, y entonces Dios tuvo comunión de nuevo con el hombre. Entonces habría de llegar un día cuando Dios aparecería en carne; y por medio de Su humillación, El restauraría al hombre caído y le haría participante de aquella Vida Eterna. Ya una vez que Ud. ve esto, entonces puede entender la doctrina de la simiente de la serpiente y que no fue una manzana que se comió Eva. No, fue la degradación de la humanidad por causa de la mezcla de la simiente.

Ahora, yo sé que dando respuesta a una pregunta, otra siempre aparece; y la gente me pregunta: “Si así cayó Eva, ¿qué hizo Adán, porque Dios siempre descarga la culpa sobre Adán?” Eso es sencillo. La Palabra de Dios es para siempre fijada en los Cielos. Antes de que fuese hecha la más pequeña partícula de materia, aquella Palabra (la ley de Dios) estuvo allí EXACTAMENTE COMO ESTA ESCRITA EN NUESTRAS BIBLIAS. Ahora, la Palabra nos enseña que si una mujer deja a su esposo y se va con otro hombre, ella es una adúltera y ya no es casada, y el esposo no debe reconciliarla. Esa Palabra fue verdad en el Edén igual como fue verdad cuando Moisés la escribió en la ley. La Palabra no puede cambiar. Adán la tomó de nuevo. El sabía exactamente lo que estaba haciendo, pero de todos modos lo hizo. Ella era parte de él y él estaba dispuesto a tomar su responsabilidad sobre sí mismo. El no la dejaría ir. Entonces Eva concibió por Adán, él sabía que sería así. El sabía exactamente lo que sucedería con el género humano, y él vendió el género humano al pecado para poder tener a Eva, porque la amaba.

Y entonces nacieron esos dos hijos, los cuales serían los padres del género humano, lo cual ya estaba contaminado. ¿Y qué dice el registro acerca de ellos? Leamos el registro en Judas 14: “De éstos también profetizó Enoc, séptimo desde Adán…” El capítulo 5 de Génesis es el capítulo de la genealogía de Enoc. Así es como da la genealogía: (1) Adán, (2) Set, (3) Enós, (4) Cainán, (5) Mahalaleel, (6) Jared, (7) Enoc. Se puede notar que no menciona a Caín. La línea de Adán sigue por Set. Si Caín fuera hijo de Adán la ley de la primogenitura le hubiera dado a Caín el derecho en el linaje. También hay que tomar en cuenta cuidadosamente lo que dice aquí:

Y vivió Adán ciento treinta años, y engendró un hijo a su semejanza, conforme a su imagen, y llamó su nombre Set.

Génesis 5:3

No dice en ninguna parte que Caín era a la semejanza de Adán, pero tendría que ser si fuera su hijo, porque la ley de la reproducción es enfática en que cada especie trae según su semejanza. También tenemos que dar crédito al hecho de que en las dos genealogías, en Génesis y en Lucas, Caín no aparece. Si Caín fuera hijo de Adán, entonces estaría registrado en alguna parte: “Caín, quién era hijo de Adán, quién era hijo de Dios”. No dice eso, porque NO PUEDE decirlo.

Desde luego, han habido estudiantes que desde hace mucho han promulgado la idea de dos líneas de hombres: una que procede de la línea piadosa fundada por Set y la otra siendo la línea impía fundada por Caín. Y aunque es extraño, pero es la verdad, estos mismos estudiantes nunca nos han dicho cómo es que Caín fue un tipo tan malvado, mientras que Abel y Set fueron de la línea piadosa y espiritual. De hecho, Caín debiera haber sido más espiritual que Abel, y aun más que Set y así sucesivamente con cada uno de los siguientes, porque cada generación siempre se ha ido alejando más de Dios. Pero no, Caín se manifiesta como el hombre más malvado que jamás se haya definido, pues él se puso violentamente en contra de Dios y Su Palabra.

Ahora, tome nota de esto: la Escritura no juega con palabras. Todo lo que está en el Registro, está allí para que los ojos ungidos lo vean, tiene un propósito al estar allí. La Palabra dice:

Y llamó Adán el nombre de su mujer, Eva, por cuanto ella era madre de todos los vivientes.

Génesis 3:20

Pero en ninguna Escritura dice que Adán era el padre de todos los vivientes. Si esta connotación no se puede poner sobre Génesis 3:20, ¿por qué entonces sería mencionado que Eva es la madre de todos, y nada fue dicho acerca de Adán? El hecho es que aunque Eva fue la madre de todos los vivientes, Adán no fue el padre de todos los vivientes. Eva dijo en Génesis 4:1: “…de Jehová he adquirido varón”. Ella no da crédito a Adán de ser el padre de Caín, sino que dice:

Porque Dios (dijo ella) me ha sustituido otro hijo en lugar de Abel, a quien mató Caín.

Génesis 4:25

Ella no dice que Dios le había DADO otra simiente; esa hubiera sido Cristo, porque El es DADO. Este hijo, Set, fue SUSTITUIDO en lugar de Abel. Ella reconoce su hijo quien vino a través de Adán; ella no reconoce ahora a Caín porque él vino a través de la serpiente. Cuando ella dice, “OTRA SIMIENTE en lugar de Abel”, ella está diciendo que Caín era diferente a Abel, porque si ellos hubieran sido del mismo padre, ella hubiera tenido que decir, “Me ha sido dada MAS SIMIENTE”.

Yo no creo todo lo que leo, pero en verdad es una cosa curiosa que en la revista Life, la edición del 10 de marzo de 1963, los psiquiatras estuviesen hablando de la misma cosa que estamos tratando aquí. Ahora yo sé que no todos los psiquiatras concuerdan entre sí mismos, pero aquí está. El temor a la serpiente no es una reacción consciente, sino una reacción inconsciente. Si fuera un temor natural, la gente estaría igualmente encantada ante la jaula del león o el gorila. Sus pensamientos inconscientes los mantienen mirando a las serpientes. Ese engaño de serpientes es inconscientemente sexual. Que ha sido así a través de las edades es visto en la gente generación tras generación pasando por la misma cosa. Serpientes siempre han sido y siempre serán repugnantemente atractivas. La serpiente siempre ha significado lo que es bueno y malo. Ha sido un símbolo fálico a través de las edades. Exactamente de acuerdo con la descripción del Huerto del Edén, hallamos en la serpiente la personificación de la maldad apasionada.

Es casi universal entre las muchas tribus sin cultura que la serpiente está asociada con el sexo y frecuentemente es adorada en conjunción con ello. El estudio de la sexología trae eso a la luz en muchos casos. Ahora, yo quisiera saber de dónde es que esta gente saca eso, siendo que es gente analfabeta y nunca ha leído la Biblia. Pero así como la historia del diluvio es conocida a través del mundo, también es conocida esta verdad de la caída del hombre. Ellos saben lo que sucedió allá en el Edén.

Ahora, en este detalle alguien me va a hacer esta pregunta: ¿Le dijo Dios a Eva que se cuidara de la serpiente, o que la serpiente la seduciría? Ahora escuche, Dios no tenía que decir nada respecto a lo que iba a suceder. Solamente obtenga Ud. el punto clave de la historia. El simplemente dio la Palabra. El les dijo que no probaran de la CIENCIA. Prueben de la VIDA. LA VIDA ERA LA PALABRA DE DIOS. LA MUERTE ERA CUALQUIER OTRA COSA APARTE DE LA PALABRA DE DIOS. Ella permitió que se cambiara UNA SOLA PALABRA y con eso la sedujo Satanás.

Dios pudo haber dicho: “No vayan a tomar fruto de los árboles más de lo que puedan comer”. Entonces Satanás podía decir: “Mira, pues eso es correcto. Se fijan que si toman demás, se les va pudrir. Pero aquí está un método para preservar la fruta; de modo que pueden tomar todo lo que quieran. Así que ¿ya ven? pueden hacer lo que Uds. quieren y también lo que Dios quiere”. Allí mismo es donde el diablo la seduciría. Aquel que ha ofendido en UN punto de la ley es culpable de TODA la ley. No juegue con esa Palabra. Eso es exactamente lo que sucedió en la edad de Efeso antes que terminará como en el año 170 d. C.

¿Y qué fue lo que produjo aquel árbol? El Árbol de la Ciencia produjo muerte. Caín mató a su hermano Abel; el malvado mató al justo. Allí se fijó una orden. Se mantendrá esa orden hasta la restauración de todas las cosas como ha sido dicho por los profetas.

El Árbol de la Ciencia produjo hombres mañosos, hombres de renombre; sin embargo sus caminos son caminos de muerte. La gente de Dios es una gente sencilla, pero de mente espiritual, inclinada hacia Dios y la naturaleza, calmadamente labrando la tierra, estimando más a la verdad que a las riquezas. La simiente de la serpiente ha traído tremendos comercios, invenciones maravillosas, pero con todo esto viene la muerte. Su pólvora y sus bombas atómicas matan en la guerra; y en tiempo de paz sus invenciones mecánicas, como el automóvil, matan a mayor número de personas en tiempo de paz que lo que matan las invenciones de guerra en tiempos de aflicción. Muerte y destrucción son los frutos de sus labores.

Pero ellos son religiosos, creen en Dios. Ellos son como su padre, el diablo, y su antepasado, Caín. Ambos creían en Dios. Estos van a la iglesia, se mezclan con los justos así como también la cizaña se mezcla con el trigo. Al hacer así corrompen y producen una religión Nicolaíta. Ellos riegan su veneno con todo el esfuerzo por destruir a la simiente de Dios, así como Caín mató a Abel. Ante sus ojos no hay temor de Dios.

Pero Dios no dejará que ninguno de los suyos se pierda. El los guarda aun en la muerte, y ha prometido que en el día postrero los levantará.


Sección tomada del libro “Una Exposición de las Siete Edades de la Iglesia”, capítulo “La Edad de Éfeso”, del Rev. William M. Branham