lunes, 20 de noviembre de 2017

El Bautismo con el Espíritu Santo, y los Predestinados y Escogidos

160 Ahora bien, hemos llegado hasta aquí; yo quiero seguir un poco más adelante, y al hacerlo sé que voy a causar que suba la emoción de algunas personas. Pero eso es algo de lo cual no soy responsable. Soy responsable ante Dios y Su Palabra y ante el pueblo al cual Dios me ha enviado. Tengo que ser fiel en todo lo que Él me dé para decir.
    
Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera.
Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero.
     San Juan 6:37 y 44
               
Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;
los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.
     San Juan 1:12 y 13
               
Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él,
en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad.
     Efesios 1:4 y 5
               
     161 Ahora, sin llegar a envolvernos demasiado en el tema de la soberanía de Dios (porque eso sería otro libro en sí mismo), déjeme mostrar aquí, que según estos versículos, Jesucristo está escogiendo Su Novia así como los hombres escogen sus novias hoy día. La novia hoy día no decide simplemente en sí misma que va a tomar cierto hombre como su esposo. No señor. Es el novio quien decide y escoge a cierta mujer como su esposa. (“No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros”. San Juan 15:16)

     162 Ahora según la Palabra de Dios, la Novia fue escogida desde antes de la fundación del mundo. Este escogimiento de la Novia fue propuesto en Sí mismo (Efesios 1:9). Y en Romanos 9:11, dice: “...para que el propósito de Dios conforme a la elección permaneciese”. No se puede leer de ninguna otra manera. El propósito central, el propósito eterno de Dios, fue de tomar una Novia de Su PROPIA elección y aquel propósito estaba en Sí mismo; y siendo eterno, fue decretado antes de la fundación del mundo.
    
     163 Fíjese bien en esto. Antes de que hubiese la más pequeña partícula de polvo estelar, y antes de que Dios fuera Dios y solamente era conocido como Espíritu Santo (Dios significa objeto de adoración y no habiendo nadie ni nada para adorarle, entonces sólo era Dios potencialmente), la Novia ya estaba en Su mente. Sí, allí estaba. Ella existía en Sus pensamientos. Y ¿qué de aquellos pensamientos de Dios? ¿No son eternos?
    
     164 ¡Los pensamientos eternos de Dios! Permítame preguntarle: ¿Son eternos los pensamientos de Dios? Si Ud. puede ver esto, entonces entenderá muchas cosas. Dios es inmutable tanto en esencia como también en Sus modos. Ya hemos estudiado y probado eso. Dios es infinito en Sus habilidades; por lo tanto como Dios, El tiene que ser omnisciente. Si El es omnisciente, entonces no está ahora aprendiendo, ni tampoco está tomando consejo, ni aun de Sí mismo, ni tampoco está en ningún tiempo añadiendo a Su conocimiento. Si El puede añadir, a Su conocimiento, entonces no es omnisciente. En dado caso lo mejor que podríamos decir es que algún día será omnisciente; pero eso no es Escritural. El ES omnisciente. El nunca ha tenido un pensamiento nuevo acerca de algo porque todos Sus pensamientos siempre los ha tenido y siempre los tendrá; y El conoce el fin desde el principio porque El es Dios. POR LO TANTO LOS PENSAMIENTOS DE DIOS SON ETERNOS, SON REALES. No son simplemente como los pensamientos de un hombre con un plano dibujado que algún día lo transformará en sustancia y forma, sino que ya son reales y eternos, y son una parte de Dios mismo.
    
     165 ¿Ve Ud. cómo funciona esto? Dios siempre tenía Sus pensamientos acerca de Adán. Adán, como Sus pensamientos, no estaba aun expresado. En este Salmo Ud. lo entenderá.
No fue encubierto de ti mi cuerpo, bien que en oculto fui formado. Y entretejido en lo más profundo de la tierra.

Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas.
     Salmo 139:15 y 16         

     166 Esto, como dije, no fue escrito de Adán pero le da a Ud. la idea y el conocimiento que el pensamiento estaba allí en Su mente y aquel pensamiento era eterno y tenía que ser expresado. Así que cuando Adán fue formado del polvo de la tierra y su ser Espiritual fue creado por Dios, entonces Adán llegó a ser el pensamiento de Dios expresado, y aquellos pensamientos eternos ahora se estaban manifestando.
    
     167 Podríamos ir a través de los siglos. Hallamos a un Moisés, un Jeremías, un Juan el Bautista; y cada uno de ellos fue el pensamiento de Dios expresado en su debido tiempo. Entonces llegamos a Jesús, el LOGOS. Él era el completo y perfecto PENSAMIENTO expresado y llegó a ser conocido como la Palabra. Eso es lo que ES y para siempre SERA.
    
     168 Ahora dice que “El nos ha escogido EN EL (Jesús) desde antes de la fundación del mundo”. Eso quiere decir que estábamos allí CON El en la mente y en los pensamientos de Dios antes de la fundación del mundo. Eso da una calidad ETERNA a los escogidos. Ud. no se puede apartar de eso.
    
     169 Permítame introducir un pensamiento aquí. Aun nuestro nacimiento natural está basado en elección. Los ovarios de la hembra producen muchos óvulos. Pero ¿por qué es que en un cierto tiempo un cierto óvulo baja y no otro? Y luego entre la esperma del varón, por alguna razón desconocida un cierto germen se junta con el óvulo, mientras otros que hubieran podido juntarse con la misma facilidad, o aun tuvieron una oportunidad mejor para hacerlo, no lo hicieron y perecieron. Hay una inteligencia detrás de todo esto, de otra manera ¿qué es lo que determina en un infante si es hembra o varón, rubio o moreno, ojos negros o azules etc.?

     170 Con estos pensamientos piense en Josué y Caleb. ¿No dijo Jesús en San Juan 6:49: “Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y murieron”? Aquellos padres que murieron fueron necesarios como los antecesores de aquellos a quien Jesús estaba hablando. Ellos perecieron, pero aún estaban en la elección natural de Dios como Josué y Caleb en lo Espiritual.
    
     171 Ahora sigamos. Estos escogidos no solamente eran los pensamientos eternos de Dios que habrían de ser expresados en carne en su debido tiempo, pero estos mismos escogidos son llamados por otro nombre.

Por tanto, es por fe, para que sea por gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda su descendencia; no solamente para la que es de la ley, sino también para la que es de la fe de Abraham, el cual es padre de todos nosotros.
     Romanos 4:16
               
Ni por ser descendientes de Abraham, son todos hijos; sino: En Isaac te será llamada descendencia.
Esto es: no los que son hijos según la carne son los hijos de Dios, sino que los que son hijos según la promesa son contados como descendientes.
Porque la palabra de la promesa es esta: Por este tiempo vendré, y Sara tendrá un hijo.
Y no sólo esto, sino también cuando Rebeca concibió de uno, de Isaac nuestro padre,
 (pues no habían aún nacido, ni habían hecho aún ni bien ni mal, para que el propósito de Dios conforme a la elección permaneciese, no por las obras sino por el que llama),
Se le dijo: El mayor servirá al menor.
Como está escrito: A Jacob amé mas a Esaú aborrecí.
     Romanos 9:7-13
               
Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo.
Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa.
     Gálatas 3:16 y 29
               
     172 Según Romanos 4:16, hallamos que Dios ha dado una promesa segura a TODA la simiente de Abraham; y Pablo se coloca juntamente con todo creyente bajo esa promesa, porque él dice: “Abraham, quien es el padre de todos nosotros”. Luego Pablo continúa no solamente hasta reducir su definición, sino hasta finalizarla, porque en Gálatas 3, él identifica la SIMIENTE (singular) con Jesús, y contó los “hijos de la Simiente” como hijos de la promesa, y la promesa como teniendo que ver con “elección” o “la escogencia de Dios”.

     173 Y eso es exactamente lo que hemos estado diciendo. Estos que son de la Simiente Real, son los escogidos de Dios; ellos son los predestinados, los antes conocidos de Dios que estaban en Su mente y en Sus pensamientos. En palabras sencillas, la Verdadera Novia de Cristo estuvo en la mente de Dios eternamente, aunque cada uno vino a ser expresado en el tiempo designado. A medida que cada miembro apareció, llegó a ser EXPRESADO y tomó su lugar en el Cuerpo. Así que esta Novia es la NOVIA LITERAL DE LA SIMIENTE DE LA PALABRA HABLADA. Y aunque es femenina en designación, también es llamada el “Cuerpo de Cristo”. Es muy aparente que debe ser llamada así porque fue predestinada en El, vino del mismo origen, era eterna con El, y ahora está manifestando a Dios en un cuerpo de muchos miembros, mientras Dios una vez fue manifestado en UN MIEMBRO, nuestro Señor Jesucristo.
    
     174 Ahora pues, aquí estamos llegando a una conclusión. Como el Logos (Dios) eterno fue manifestado en el Hijo, y en Jesucristo moró toda la plenitud de la divinidad corporalmente, y aquel Ser Eterno era el Padre manifestado en carne, y por ese medio obtuvo el título de Hijo, así también nosotros siendo eternos en Sus pensamientos, en nuestro debido tiempo llegamos a ser los muchos miembros de la Simiente de la Palabra hablada, manifestados en carne, y aquellos pensamientos eternos ahora manifestados en la carne, son los hijos de Dios, como así somos llamados. NO LLEGAMOS A SER SIMIENTE POR MEDIO DEL NUEVO NACIMIENTO, ERAMOS SIMIENTE Y POR ESO FUIMOS NACIDOS DE NUEVO PORQUE SOLO LOS ESCOGIDOS PUEDEN SER NACIDOS DE NUEVO. Porque ERAMOS SIMIENTE es la razón por la cual podemos ser vivificados. En el que NO ES SIMIENTE no hay nada que vivificar. Guarde esto en la mente.
    
     175 Ahora tome el paso siguiente. ‘Redimir’ quiere decir comprar de nuevo. Es el acto de ser restaurado al dueño original. Dios por medio de Su muerte (la sangre derramada) COMPRÓ DE NUEVO LO SUYO. El compró de nuevo la Novia de la Simiente de la Palabra hablada. “Mis ovejas oyen mi voz (la Palabra) y me siguen” (Juan 10:27). Ud. siempre ha sido una oveja, no es un cerdo o un perro convertido en una oveja. Eso es imposible porque cada clase de vida produce la misma clase y no hay cambio en la especie. Como nosotros estábamos en los pensamientos de Dios y entonces fuimos expresados en carne, tuvo que llegar el día cuando oiríamos Su Voz (la Palabra) y al oír esa Voz, nos daríamos cuenta que era nuestro Padre llamándonos y entonces reconocer que somos los hijos de Dios. Oímos Su Voz y clamamos como hizo el hijo pródigo: “Sálvame Padre. Estoy volviendo a ti”.
    
     176 Un hijo de Dios puede continuar por mucho tiempo sin reconocer que es un hijo. Por cierto, muchos verdaderos Cristianos son como la historia del aguilucho que fue criado en el nido de la gallina. (Ud. sabe que el águila es un tipo del verdadero creyente.) Pues había este agricultor que tomó un huevo del nido del águila y lo puso debajo de la gallina. En su debido tiempo todos los huevos debajo de la gallina empollaron. Los pollitos se llevaban bien con la mamá pero el aguilucho no podía entender la búsqueda de alimento en el campo de estiércol. Poco a poco se mantuvo pero estaba muy confundido con todo eso.

     177 Pero un día, desde muy alto en el aire, el águila madre que había puesto el huevo, se fijó en aquel aguilucho en la tierra. Ella bajó con una velocidad tremenda y gritó lo más fuerte posible: “¡Sube acá conmigo”! El nunca había oído el grito del águila, pero cuando oyó aquel primer grito, algo empezó a incitarse dentro de él y anhelaba arrojarse hacia aquel grito. Pero tenía miedo experimentar. Otra vez la madre pasó y le gritó que se arrojara al viento para seguirla. El respondió que tenía miedo. Otra vez la madre gritó que hiciese el esfuerzo. Sacudiendo las alas se lanzó al aire y respondiendo a la llamada de su madre, se elevó hacia los cielos azules. El siempre había sido un águila. El se condujo como un pollo, por un tiempo, pero no estaba satisfecho. Pero cuando él oyó la llamada de la gran águila, entonces fue a su lugar. Y una vez que un verdadero hijo de Dios oye el grito del Espíritu por la Palabra, él también se dará cuenta de quién es y correrá al gran Aguila-Profeta para estar con El para siempre, sentado en lugares celestiales con Cristo Jesús.
    
     178 AHORA VIENE NUESTRA TRIUNFANTE PIEDRA ANGULAR sobre el bautismo del Espíritu Santo.

Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley,
para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos.
Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!
Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo.
     Gálatas 4:4-7
               
     179 Allí está. Jesucristo vino, murió en la cruz y efectuó la Redención (restaurando al dueño original por medio de la compra o pagando un precio) y en eso NOS COLOCO COMO HIJOS. El no nos hizo hijos, porque ya éramos Sus hijos, pero nos colocó como hijos; porque por tanto tiempo que estuvimos en el mundo, en la carne, no podíamos ser conocidos como hijos. Estábamos detenidos presos por el diablo. Sin embargo, éramos hijos. Y oiga esto: “Y PORQUE SOIS HIJOS, DIOS HA ENVIADO EL ESPIRITU DE SU HIJO A VUESTROS CORAZONES POR EL CUAL CLAMAIS: PADRE, PADRE”. ¿Sobre quién cayó el Espíritu en el Día de Pentecostés? Sobre los hijos. ¿En Corinto? Sobre los hijos mientras OIAN LA PALABRA.
    
     180 ¿Qué es el bautismo con el Espíritu Santo? Es el Espíritu bautizándole a Ud. en el Cuerpo de Cristo. Es el nuevo nacimiento. Es el Espíritu de Dios entrando y llenándole después de que se haya arrepentido, (habiendo oído Su Palabra) y haya sido bautizado en agua como la demanda de una buena conciencia delante de Dios.
    
     181 Lo que acabamos de estudiar sería mucho más fácil de entender si todos creyeran la doctrina de la unidad de Dios. Porque no hay tres personas en la Deidad, sino UNA. Por consiguiente NO nacemos de nuevo por el Espíritu de la Vida de Jesús entrando, y posteriormente entra el Espíritu Santo para darnos poder. Si así fuera, ¿por qué entonces estamos deshonrando al Padre en no darle una parte en nuestra salva-ción completa? Porque si la salvación es del Señor y hay tres Señores, entonces EL (el Padre) de hecho tiene que tener algo que hacer también.

     182 Pero seguramente se puede ver que Jesús aclaró esto: Que El y solamente Él es Dios, y que Él y solamente Él es Quien entrará en el creyente. Juan 14:16 dice que el Padre mandará otro Consolador. Pero el versículo 17 dice que Él (Jesús) mora con ellos y que debía estar EN ellos después. En el versículo 18, dice que El vendrá a ellos. En el versículo 23, hablando a los discípulos, Él dijo: “Nosotros (Padre e Hijo) vendremos a él”. Así que es el Padre, Hijo y Espíritu Santo, todos entrando a la misma vez porque ES UNA PERSONA abarcando la Deidad. Ese advenimiento tomó lugar en el Día de Pentecostés. No hay dos venidas del Espíritu, solamente una. El problema es que la gente no conoce la verdad, y simplemente cree en Jesús para el perdón de los pecados pero nunca sigue adelante hasta recibir el Espíritu.
     
     183 Antes de concluir este asunto, sé que hay una pregunta en su mente. Ud. quiere saber si yo creo en la doctrina de la preexistencia. Yo no creo en la doctrina de los mormones de la preexistencia de las almas, como tampoco creo en reencarnación o la transmigración de las almas. Tenga cuidado y vea esto. No es la persona la que viene eternamente predestinada por Dios, ES LA PALABRA O SIMIENTE. Eso es. Allá muy atrás, tanto que la mente humana no puede comprenderlo, el Dios Eterno con pensamientos eternos pensó y decretó: “A JACOB AME, MAS A ESAU ABORRECI (Romanos 9:13), CUANDO NINGUNO DE LOS DOS HABIA NACIDO Y CUANDO NINGUNO DE ELLOS HABIA HECHO NI BIEN NI MAL”. ¿Ve Ud.? Era el PENSAMIENTO, y luego aquel pensamiento llegó a ser expresado, y Dios compró de nuevo a Jacob, porque sólo Jacob era SIMIENTE. Solamente Jacob tenía la simiente; por eso fue que tuvo respeto a la primogenitura y al pacto de Dios.

     184 Si Ud. es verdadera simiente, Ud. oirá esa Palabra; el Espíritu le bautizará en el Cuerpo de Cristo, llenándole y dándole poder, y entonces recibirá la Palabra para su día y su edad. ¿Ve Ud. cuán claro llega a ser la verdadera evidencia cuando le es revelada la Palabra? Note de nuevo, Jesús era la Simiente Real. El vivió en un cuerpo humano. Cuando el Espíritu le llamó (el Pensamiento manifestado por la Palabra), El fue al Jordán y allí fue bautizado en agua. Al obedecer la Palabra, vino sobre El el Espíritu Santo y una Voz dijo: “Este es mi hijo amado, oídle”. La Voz no dijo: “Este ha llegado a ser mi hijo”. Jesús FUE el Hijo. El Espíritu Santo lo colocó como aquel Hijo ante todos. Entonces habiendo sido llenado así (y la misma forma continuó en el Día de Pentecostés y siempre hasta hoy), El salió en poder manifestado, recibiendo de Dios y de parte de Dios la revelación completa para aquel día.
    
     185 Ahora, hemos estado diciendo constantemente que la verdadera evidencia de haber sido bautizado con el Espíritu Santo es que el creyente reciba la Palabra para la edad en que vive. Déjeme mostrarlo claramente.
    
     186 Las Siete Edades, como están en los capítulos 2 y 3 del Apocalipsis, abarcan el tiempo completo de la Plenitud de los Gentiles, o sea el tiempo en que Dios está tratando con los gentiles para la salvación. En cada edad sin excluir ninguna, dice la misma cosa al empezar y al terminar el Mensaje. “Al mensajero de la edad de (Efeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea) escribe: estas cosas dice El, etc., etc.”. “...El que tiene oído, oiga (singular) lo que el Espíritu dice a las iglesias”. Note aquí que Jesús (por el Espíritu) en CADA edad se dirige SOLAMENTE A UNA persona, en relación a la Palabra para esa edad. Sólo UN mensajero en cada edad recibe lo que el Espíritu tiene que decir a esa edad y AUEL MENSAJERO es el mensajero a la Iglesia Verdadera. El habla por revelación de parte de Dios a las ’iglesias’ tanto a la Verdadera como a la falsa. Así que el Mensaje es transmitido a todos; pero aunque es transmitido para todos los que están al alcance del Mensaje, tal Mensaje es recibido individualmente sólo por un cierto grupo calificado y de cierta manera. Cada individuo en aquel grupo es uno que tiene la capacidad para oír lo que el Espíritu está diciendo por medio del mensajero. Aquellos que lo están oyendo, no están recibiendo su propia revelación, ni tampoco está (el grupo) recibiendo su revelación colectiva; PERO CADA PERSONA ESTA OYENDO Y RECIBIENDO LO QUE EL MENSAJERO YA HA RECIBIDO DE DIOS.
    
     187 Ahora no piense Ud. que este siendo el caso, sea muy extraño, porque Pablo estableció esta norma bajo la mano de Dios. Sólo Pablo tenía la revelación completa para su día como fue comprobado al confrontarse con los otros apóstoles, quienes aceptaron que Pablo era el Mensajero-Profeta a los gentiles para ese día. También note por la ilustración clara de la Palabra que cuando Pablo quiso ir a Asia, Dios lo detuvo porque las ovejas (Sus hijos) estaban en Macedonia y ellos (la gente de Macedonia) oirían lo que el Espíritu tenía que decir por Pablo, mientras que la gente en Asia no oiría.
    
     188 En cada edad tenemos exactamente la misma norma. Por eso es que la luz viene a través de algún mensajero dado por Dios en un cierto lugar, y luego de aquel mensajero la luz se difunde por medio del ministerio de otros que han sido fielmente instruidos. Pero, desde luego, todos aquellos que salen no siempre comprenden cuán necesario es decir SOLAMENTE lo que el mensajero ha dicho. Recuerde: Pablo advirtió a la gente que dijera solamente lo que él dijo:

¿Acaso ha salido de vosotros la palabra de Dios, o sólo a vosotros ha llegado?
Si alguno se cree profeta, o espiritual, reconozca que lo que os escribo son mandamientos del Señor.
     I Corintios 14:36 y 37
               
     189 Le agregan aquí o le quitan allá, y dentro de poco tiempo el Mensaje ya no es puro y el avivamiento se muere. Cuánto cuidado debemos tener de oír una Voz, porque el Espíritu solamente tiene UNA Voz, la cual es la Voz de Dios. Pablo les advirtió que dijeran lo que él dijo, como también lo hizo Pedro. El les advirtió que ni AUN EL (PABLO) podía cambiar una sola palabra de lo que había dado por revelación. Oh, ¡cuán importante es oír la Voz de Dios por medio de Sus mensajeros, y luego decir lo que les ha sido dado a ellos para decir a las iglesias!
    
     190 Ojalá que Ud. haya empezado a entenderlo. Puede ser que ahora Ud. pueda entender por qué no me voy con los fundamentalistas ni con los Pentecostales. Tengo que quedarme con la Palabra así como la reveló el Señor. Ahora, no lo he abarcado todo. Para eso se necesitaría un libro aparte, pero con la ayuda de Dios presentaremos muchos sermones, cintas y mensajes sobre todos estos puntos para ayudarle a entender y ensamblar toda Escritura.
    
     191 “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias de cada edad”. En cada edad fue el mismo clamor: Oiga lo que el Espíritu dice. Si Ud. es Cristiano volverá a lo que el Espíritu está enseñando, eso es: La Palabra de esta edad. Cada mensajero a cada edad predicará esa Palabra. Cada avivamiento fresco y verdadero será porque los hombres han vuelto a la Palabra para su edad. El clamor de cada edad es la reprensión: “Han dejado la Palabra de Dios. Arrepiéntanse y vuelvan a la Palabra”. Desde el primer libro de la Biblia (Génesis) hasta el último (Apocalipsis) hay una sola razón por la cual Dios se disgusta: Dejar la Palabra. Y hay un solo remedio para obtener de nuevo Su favor: Volver a la Palabra.
    
     192 En la edad de Éfeso, en esta edad y en cada edad que contemplaremos, veremos que esto es verdad. Y en la última edad, nuestra edad, encontraremos el oscurecimiento de la Palabra, la apostasía completa que finalizará con la gran tribulación.

     193 Si Ud. es simiente verdadera, si es en verdad bautizado con el Espíritu Santo, Ud. estimará Su Palabra más que su alimento físico, y anhelará vivir por TODA Palabra que sale de la boca de Dios.

     194 Esta es mi oración sincera por todos nosotros: Oigamos lo que el Espíritu está trayendo de la Palabra para nosotros hoy día.
    


Porción tomada del libro Una Exposición De Las Siete Edades De La Iglesia, Capítulo Edad de Esmirna, sub-Título El Espíritu Santo En Cada Edad, páginas 150 al 158, del Rev. William M. Branham.

domingo, 19 de noviembre de 2017

El Bautismo del Espíritu Santo


144 Ahora, antes de que dejemos este tema, quiero aclarar definitivamente lo que es el bautismo del Espíritu Santo, según las Escrituras; no según mi pensamiento ni tampoco el suyo. Tiene que ser según ASI DICE EL SEÑOR, o de otra manera estaremos falsamente guiados. Amén.
    
145 En primer lugar, Ud. notará que en mis reuniones cuando he acabado de predicar un sermón evangelístico, o algún mensaje de doctrina, extiendo la red y hago una invitación a los congregantes. Yo les invito a que vengan al frente a recibir el Espíritu Santo. Mis amigos Pentecostales, al oírme decir esto, creen que estoy invitando a la gente a que venga a recibir el Espíritu Santo porque ya es gente renacida. Así que cuando invito a aquellos que son llenos del Espíritu para que vengan a ayudarnos con estos que han respondido a la invitación a recibir el Espíritu, estas personas preciosas vienen y obran con los arrepentidos de tal modo que los animan a rendirse a Dios y creer en el hablar en lenguas. Esto ha causado una gran confusión y yo les diré exactamente lo que he querido decir. Lo que yo he querido decir es que el pecador venga para ser renacido, lo cual equivale a ser bautizado en el Cuerpo de Cristo por medio del Espíritu Santo, que fue realmente lo que sucedió en el Día de Pentecostés, cuando la Iglesia tuvo su principio. En otras palabras, ser nacido del Espíritu, es ser verdaderamente bautizado con el Espíritu Santo. Es una y la misma cosa.
    
146 Ahora, yo me doy cuenta de que esto está confuso por el momento, como es que la mayoría sabe que yo fui ordenado como ministro bautista y he declarado invariablemente que los bautistas se han desviado al decir que uno recibe el Espíritu Santo CUANDO cree, porque no es así. Ud. lo recibe “DESPUES que cree”.

Díjoles: ¿Habéis el Espíritu Santo después que creísteis? Y ellos le dijeron: Antes ni hemos oído si hay Espíritu Santo.
Entonces dijo: ¿En qué, pues, sois bautizados? Y ellos dijeron: En el bautismo de Juan.
Y dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en el que habría de venir después de él, es a saber, en Jesús el Cristo.
Oído que hubieron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús.
Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas y profetizaban.
Hechos 19:2-6 (Antigua versión)
               
147 Ahí está. Pablo preguntó: “¿Habéis recibido el Espíritu Santo DESPUES (NO CUANDO) creísteis”? Y allí hay una gran diferencia, porque es DESPUES de que creemos que lo recibimos. Efesios 1:13 es una repetición exacta de lo que sucedió en Efeso según Hechos 19:

En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él (no cuando creísteis), fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa.
Efesios 1:13
               
148 Ahora, aquí está mi punto. Muchos modernistas, y aun los fundamentalistas (así-llamados) creen en la salvación como un cierto momento, que en muchos casos es llamado “haciendo una decisión”, y eso ha sido llamado “recibiendo a Cristo” o “siendo renacido”. Ahora, recibir a Cristo es recibir Su Espíritu. El recibir Su Espíritu es ser renacido. El recibir Su Espíritu es ser bautizado con el Espíritu Santo. Amén. Estas personas creen. Eso es maravilloso, pero allí se detienen. Uno recibe el Espíritu Santo DESPUES que cree. Siempre ha sido así y siempre será. La primera palabra de orientación a la gente fue por Pedro en el Día de Pentecostés, y él dijo:
Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.

Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.
Hechos 2:38 y 39
    
149 Estas instrucciones vinieron como una respuesta directa de Pedro en relación a lo que había sucedido en el Día de Pentecostés. Lo que aconteció fue que Dios, de acuerdo con Joel 2:28, estaba derramando Su Espíritu sobre toda carne. El no había sido derramado o dado antes de este tiempo. Este era el tiempo. Pero ESTO habría de venir de aquí en adelante por medio del arrepentimiento y al ser bautizado en el Nombre del Señor Jesucristo; entonces Dios estaría comprometido a llenar a aquellos que vinieran. Ni Pedro ni ninguno de los otros apóstoles dijo: “Os es necesario nacer otra vez y luego seréis llenos del Espíritu Santo”.
    
150 De que ésta es la experiencia con relación al derramamiento del Espíritu Santo, se nota claramente en la ocasión cuando el Espíritu cayó sobre los creyentes en Samaria.

Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo.
Y la gente, unánime, escuchaba atentamente las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo las señales que hacía.
Porque de muchos que tenían espíritus inmundos, salían éstos dando grandes voces; y muchos paralíticos y cojos eran sanados;
así que había gran gozo en aquella ciudad.
Pero había un hombre llamado Simón, que antes ejercía la magia en aquella ciudad, y había engañado a la gente de Samaria, haciéndose pasar por algún grande.
A éste oían atentamente todos, desde el más pequeño hasta el más grande, diciendo: Este es el gran poder de Dios.
Y le estaban atentos, porque con sus artes mágicas les había engañado mucho tiempo.
Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios, y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres.
También creyó Simón mismo, y habiéndose bautizado, estaba siempre con Felipe; y viendo las señales y grandes milagros que se hacían, estaba atónito.
Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron allá a Pedro y a Juan;
los cuales, habiendo venido, oraron por ellos para que recibiesen el Espíritu Santo;
porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente habían sido bautizados en el nombre de Jesús.
Entonces les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo.
Hechos 8:5-17     

151 Según el versículo 12, ELLOS CREYERON LA PALABRA, entonces fueron bautizados en el Nombre del Señor Jesús. Pero según el versículo 16, y en vista de todo esto, TODAVIA NO HABIAN RECIBIDO EL ESPIRITU SANTO. Fue solamente DESPUES de haber creído y de ser bautizados correctamente, cuando recibieron el Espíritu Santo. Esta es exactamente la forma enseñada por Pedro en Hechos 2:38-39.
    
Otra Escritura que arroja luz sobre este asunto, está en Gálatas:

Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero),
para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu.
Gálatas 3:13 y 14
               
152 Ahora, de ninguna manera se puede decir que la “bendición de Abraham” es el nuevo nacimiento, y que la “promesa del Espíritu” es el bautismo del Espíritu Santo, como dos cosas separadas. Porque esta Escritura se puede leer así: “Jesús murió en la cruz, y por medio de aquella muerte y resurrección la bendición de Abraham vino a los gentiles, dejando los judíos. Esto transcurrió para que el Espíritu fuese disponible para los gentiles”.
    
153 Al entender lo que acabo de decir, se pone en claro porqué los estudiantes nunca han hallado en ninguna parte de la Escritura que Pablo diga: “Os es necesario ser nacido de nuevo y ENTONCES ser llenado del Espíritu”. Ellos han inferido que existe, y han puesto sus propias interpretaciones para que diga así, PERO LA ESCRITURA NO DICE ESO. Ni tampoco lo dijo Jesús. Vea esta Escritura y léalo ahora con entendimiento.

En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí, y beba.
El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.
Esto dijo del Espíritu, que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.
San Juan 7:37-39
               
154 Ahora, aquí dice enfáticamente que el creyente al beber, por medio de venir a Jesús en fe, tendría ríos de agua viva saliendo de sí mismo. Y esta experiencia quedó establecida en el Día de Pentecostés. Ahora, con este pensamiento en la mente, leamos:

Respondió Jesús y le dijo: Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva.
Mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.
San Juan 4:10 y 14
               
155 Esta misma agua viva es mencionada aquí, pero esta vez no es llamada un río, sino un pozo artesiano. Allí es donde la gente comete su error. Por el hecho de que es llamado un pozo y un río, piensan que en un lugar es Vida Eterna dada por el Espíritu; y en el siguiente lugar, donde es llamado un río (implicando un gran dinamismo), tiene que ser el Espíritu dado como una investidura de poder. ¡No es así! Es uno y el mismo. Es el Espíritu que da vida y poder, el cual vino en el Día de Pentecostés.
    
156 ¿Qué fue lo que causó este mal entendimiento? La respuesta es: ‘EXPERIENCIA’. Nos hemos basado en la experiencia y no en la Palabra. ¡Fuera con la experiencia como regla! Solamente hay una plomada, una sola vara para medir, y esa es la PALABRA.

157 Ahora, fíjese bien y reciba eso. Pedro dijo: “Arrepentíos, y bautí­cese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo”. Pablo dijo: ¿Habéis recibido el Espíritu Santo DESPUES que creísteis”? Aquí está nuestro problema: La gente se arrepiente de su pecado, se bautiza en agua, PERO NO CONTINUA HASTA RECIBIR EL ESPIRITU SANTO. UD. CREE HACIA EL RECIBIMIENTO DEL ESPIRITU. Creer en Jesús es dar un paso en la dirección correcta, la cual es hacia el Espíritu Santo. Pero allí se detienen. Ellos van hasta el agua y allí se detienen. Creen y entonces se detienen. La Biblia no dice que uno lo recibe CUANDO cree; más bien dice: “¿Habéis recibido el Espíritu Santo DESPUES que creísteis”? La traducción literal y exacta es: “¿Habéis recibido el Espíritu Santo, habiendo creído previamente”? La gente cree y luego se detiene. Uno no recibe el Espíritu Santo creyendo HACIA El, habiéndose arrepentido. Pero continúa y recibe el Espíritu Santo. ¿Lo ve Ud.? Eso es lo que tienen de mal los fundamentalistas; no tienen poder porque no llegan hasta Pentecostés.
    
158 Son como los israelitas que salieron de Egipto y se detuvieron antes de llegar a la Tierra Prometida. Ahora, cuando salieron de Egipto, eran como dos millones. Todos viajaron juntos, todos vieron las mismas maravillas de Dios, todos se aprovecharon del maná, y del agua de la piedra herida, todos siguieron la misma Nube de día y la Columna de Fuego de noche; pero SOLAMENTE DOS llegaron a la Tierra Prometida. SOLAMENTE DOS ERAN VERDADEROS O GENUINOS CREYENTES. Eso es correcto porque la Palabra nos dice que los demás murieron por causa de incredulidad; y por razón de la incredulidad, no pudieron entrar (Hebreos 3:19). Siendo que esto es verdad, y solamente ENTRARON DOS, entonces los demás no eran creyentes verdaderos. ¿Cuál era la diferencia? Dos se mantuvieron con la Palabra.

159 Cuando el corazón de cada uno de los diez espías empezó a fallar en Cades-barnea, Josué y Caleb no titubearon porque ellos creyeron la Palabra, y dijeron: “Podemos muy bien poseer esta tierra”. Sabían que lo podían hacer porque Dios había dicho: “Os he dado la tierra”. Después de que todos aquellos israelitas habían visto el poder, la bondad y la liberación de Dios, todavía no entraron en el reposo, lo cual es un tipo del Espíritu Santo. Así que aquí mismo Ud. puede ver que muy pocos creerán hasta el punto de recibir el Espíritu de Dios.
    


Porción del sub-título “El Espíritu Santo En Cada Edad”, del capítulo La Edad de Esmirna, páginas 144 al 149, del libro Una Exposición De Las Siete Edades De La Iglesia, del Rev. William Marrion Branham.