jueves, 26 de diciembre de 2019

Jesús no es el arcángel Miguel

Jesús no es el arcángel Miguel

El Señor Jesús a los 33, por Hoffman
Los “Testigos de Jehová” (en comillas porque, definitivamente, no son testigos Suyo), enseñan que Jesús es el arcángel Miguel y, mal usando las Escrituras, llegan a esta equívoca deducción o conclusión. Tomando una de los artículos que ellos publican en su web, trataremos de mostrar el error que ellos cometen al pretender rebajar la majestad y plenitud del Señor Jesús.

En este estudio de los “testigos” de Jehová en su página web titulado “¿Es Jesús el arcángel Miguel”, citan Daniel 10:13 donde se lee que Miguel es “uno de los principales príncipes” y, en el v. 21, que éste es “vuestro príncipe”, príncipe para el pueblo de Israel; y, seguidamente, citando el capítulo 12, verso 1, para reconocer que este principal príncipe, “uno de los principales príncipes” (lo que nos da a entender que hay otros más; inclusive, más principales o prominentes príncipes), “está de parte [o a favor] de los hijos de tu pueblo”, Israel.

Arcángel Miguel
Seguidamente, en este estudio, ellos citan Apocalipsis (Revelación) 12:7, “donde se dice que “Miguel y sus ángeles combatieron” en la guerra que finalizó con la expulsión de Satanás y sus demonios del cielo.” Seguidamente, copio en comillas porciones de este estudio de ellos.

“Note que en cada uno de los casos anteriores se representa a Miguel como un ángel guerrero que lucha por el pueblo de Dios y lo protege, incluso frente a Satanás, el mayor enemigo de Jehová.”

“En el versículo 9 de Judas también se menciona a Miguel y dice que él es “el arcángel”. El prefijo arc- significa “principal” o “jefe”, y la palabra arcángel jamás se usa en plural en la Biblia. Solo hay otro pasaje en las Escrituras donde se utiliza este término, y es en 1 Tesalonicenses 4:16, donde Pablo se refiere a Jesús ya resucitado de la siguiente manera: “El Señor [Jesús] mismo descenderá del cielo con una llamada imperativa, con voz de arcángel y con trompeta de Dios”. De modo que aquí se identifica a Jesucristo como el arcángel, o jefe de los ángeles.

“En vista de lo anterior, ¿a qué conclusión llegamos? Que Jesús es Miguel el arcángel.”

Craso error, cuando ellos afirman que “la palabra arcángel jamás se usa en plural en la Biblia”, con la sola intención de concluir que, cuando el apóstol declara que el Señor Jesús descenderá con “voz de arcángel”, singular, entonces éste, Jesús, es el Miguel de Daniel 12:1; porque, aun cuando en el Antiguo Testamento no se presenta explícitamente a Miguel como un arcángel, que se traduce como “mensajero principal”, singular; en el v. 13 de Daniel 10 que ellos usan, justamente allí se dice, textualmente, “principales príncipes”, para entender que Miguel es uno de tantos y prominentes príncipes y, en relación con Judas 9, para concluir que él, Miguel, es uno de los principales o prominentes ángeles (mensajeros) en favor del pueblo de Daniel, esto es Israel. Por lo que, en definitiva, cuando ellos argumentan que “arcángel” está siempre en singular, por Daniel 10:13 entendemos, con total claridad, que allí se menciona a estos príncipes o jefes de ángeles (principados) en plural, no en singular; por lo que la deducción que ellos fuerzan, con el único objetivo de rebajar la plenitud de la majestad del Señor Jesús, es torpe, incorrecta.

Los falsos testigos de Jehová dan por sentado que no hay más de un arcángel porque, según ellos, siendo que textualmente así se lee en 1 Tesalonicenses 4:16, para concluir que el Señor Jesús es un arcángel o ángel o mensajero principal (lo cual lo es también); sin embargo, ellos no reconocen a Gabriel como otro ángel principal (que en el griego se traduce como “arc” o “archi”) y prominente y, tanto así, que no solo trajo claridad al profeta Daniel; sino que, cientos de años después, él fue comisionado para venir a la doncella María, para revelarle que ella concebiría y daría a luz a Jesús, el Salvador del mundo. Miren que calidad de mensaje le fue comisionado a Gabriel; lo que, definitivamente, lo coloca o reconoce como uno de esos tantos “principales o prominentes príncipes” de Daniel 10:13 o, si lo leyéramos del griego en que fue escrito originalmente Judas 9, arcángel o principal ángel o mensajero. No, la expresión arcángel cierto no está en plural pero, por la sola y suficiente referencia en Daniel 10:13, sabemos que hubieron más de un solo príncipe o jefe de otros ángeles. Gabriel estaba (y aún lo está) delante de Dios, lo que lo hace un ser espiritual de mucho privilegio o responsabilidad ante Dios (Lucas 1:19); y, porque él fue enviado para hablarle a María, y para traerle “buenas nuevas” o noticias, eso lo hace un mensajero o ángel y, por consiguiente, un arcángel o mensajero principal. Tanto Gabriel como Miguel son ángeles principales o arcángeles o mensajeros principales, con lo que se desbarata que el cargo u oficio de arcángel, por el hecho de estar en singular en 1 Tesalonicenses 4:16, se refiera a la misma persona espiritual del arcángel Miguel de Judas 9.

Por el contrario, en Efesios 1:20-21 leemos que el Señor Jesús está sentado a la diestra de Dios; esto es, que Él tiene TODA la autoridad de Dios, siendo Dios mismo; y que Él está “sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero.” Por consiguiente, el Señor Jesús está sobre Gabriel y, aún, sobre el mismo Miguel que los falsos testigos de Jehová pretenden reconocerle como el Señor Jesús. La palabra “sobre” tiene una connotación de gobierno, autoridad; que el Señor Jesús gobierna sobre todos estos principados o jefes de legiones de ángeles como lo son Gabriel y Miguel.

“En 1 Tesalonicenses 4:16 se dice que la voz del resucitado Señor Jesucristo es la de un arcángel, lo que da a entender que él mismo es, en realidad, el arcángel. Si la denominación “arcángel” no aplicara a Jesucristo, sino a otros ángeles, la referencia a una “voz de arcángel” no sería apropiada, pues designaría una voz de menor autoridad que la del Hijo de Dios.”

Cierto, el Señor Jesús vino como un ángel o mensajero; nadie puede negar que Él trajo el Mensaje que consumó todos los otros mensajes que le antecedieron, y que Él mismo fue y sigue siendo el Mensaje por excelencia y lo que da sustancia y sentido al Evangelio de Dios, del Reino de los Cielos; y que, por consiguiente, Él es arcángel o ángel principal por razón de que Él cumplió toda profecía, y por razón de cómo Él se identifica como un Mensajero para con Dios, el Padre. Por ejemplo, en los Evangelios leemos:

·        Yo he venido en nombre de mi Padre (Juan 5:43)
·        y no he venido de mí mismo, pero el que me envió es verdadero (Juan 7:28)
·        porque yo de Dios he salido, y he venido; pues no he venido de mí mismo, sino que él me envió (Juan 8:42)
·        Salí del Padre, y he venido al mundo; otra vez dejo el mundo, y voy al Padre. (Juan 16:28)
·        y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz (Juan 18:38)

Todas estas declaraciones en el Evangelio según Juan colocan al Señor como un ángel o mensajero y, definitivamente, por la trascendencia de Su Mensaje, el príncipe o principal, el Señor de todo principado o jefatura en los cielos; es más, antes de ascender al Cielo, dijo: “Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra” (Mateo 28:18); y “todo” es todo, sin que nada quede exceptuado; Él es el Todopoderoso de Israel, y que hoy igualmente ha extendido Su brazo de poder y misericordia a favor del pueblo gentil, nosotros.

Hoy llegaron unas damas “Testigos de Jehová” para abordar algunas doctrinas con mi esposa y, usando Isaías 9:6, resaltando que el Señor Jesús es el “Príncipe de Paz” de Quién se dice allí en profecía (y lo es); ellas concluyeron, atando con las otras Escrituras que utilizaron, que el Señor Jesús es Miguel, el “príncipe” de quién se dice en Daniel 10:13, 21; y 12:1; sin embargo, y como ustedes lo podrán leer, no reconocieron que, además que se dice que Él es el “Príncipe de Paz”, también se dice de Él, en ese mismísimo versículo, que Él, Jesús es “Dios Fuerte, Padre Eterno”; el Señor Jesucristo es el mismísimo Dios Todopoderoso, el Padre Eterno; ¿por qué no reconocen esa parte del mismo versículo?

El Hermano Branham enseñó que Jesús estuvo en la eternidad solo en forma de un pensamiento y que, después, en el cumplimiento de los tiempos (Gálatas 4:4), tales pensamientos se manifestaron en la forma del Hijo de Dios, el Señor Jesucristo, Dios hecho carne.

67 Así estaba Él. En el principio Él estaba solo. Dios habitaba a solas con Sus pensamientos. Él jamás volverá a hacer eso, porque Sus pensamientos se están manifestando. Y por eso es que nosotros estamos aquí mismo, este día… es Dios teniendo compañerismo con Sus pensamientos, siendo manifestado. ¿Ven? Allí estamos. Así que, Ud., preocupándose, no puede añadir un codo a su estatura. Ud. no puede hacer esto, aquello o lo otro. Es Dios que muestra misericordia; es Dios. “Todo lo que el Padre Me da, vendrá a Mí; y ninguno puede venir a Mí, si el Padre que Me envió no le trajere”. Eso lo deja establecido.
    64-1227 - ¿Quién Dicen Ustedes Que Es Este?

46 Ahora, en el principio Dios habitaba solo, con Sus atributos, como hablé de ello esta mañana. Esos son Sus pensamientos. No había nada, solamente Dios solo, pero El tenía pensamientos.
    65-0221e - ¿Quién Es Este Melquisedec?

Por eso aquellos que están en Cristo estaban en Cristo en el principio, quienes eran Sus pensamientos, y Sus pensamientos son Sus atributos.
    65-0429b - La Simiente No Heredará Con La Cáscara

Y, cuando Él dijo a los judíos: “Antes que Abraham fuese, yo soy” (Juan 8:58), Él les estaba diciendo “Yo soy Jehová, el Yo Soy que habló con Abraham vuestro padre; y, por consiguiente, soy antes que Abraham”. Juan el Bautista dijo: “El que viene después de mí, es antes de mí; porque era primero que yo.” (Juan 1:15 y 27); ¿cómo Juan podía decir algo así cuando el Señor Jesús, según la carne, nació 6 meses después?; éste es el misterio del que el apóstol nos habla en Colosenses 2:2: “para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre, y de Cristo”; no dos personas de una santísima trinidad, pero Dios mismo, el Jehová que, allá, habló con Abraham, haciéndose visible y que, en el Nuevo Testamento, por amor de Su pueblo, asumió un Cuerpo aún desde concebido en el vientre de María para traer redención, pagando por nuestros pecados en Su carne (lo que no podía hacerse en Su condición o estado de Espíritu).

¿Es usted un “Testigo de Jehová”? La única manera de serlo es recibiendo el Espíritu Santo: “pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos…” (Hechos 1:8), para ser testigo del Señor Jesucristo, el Rey de reyes, y Señor de señores; y, para recibir el Espíritu Santo, el apóstol Pedro declaró en Hechos 2:38 y 39:

38 …Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. 39 Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.

¿Ha sido usted bautizado en este Nombre, el Nombre del Señor Jesús? ¿No? Entonces, ¿qué espera, qué le impide? Porque no hay otro Nombre dado a los hombres en que podamos ser salvos (Hechos 4:12); “De éste dan testimonio todos los profetas, que todos los que en él creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre. Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el discurso.” (Hechos 10:43-44).

Amén.

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