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ongregué en varias iglesias locales creyentes del
ministerio del Rev. Branham, aproximadamente poco más de 30 años y, a raíz de
una amarga y perpleja experiencia con el último de los ministros con quién
estuve quién, prácticamente, nos decepcionó al considerar una “revelación” que
supuestamente le llegó (él lo atribuyó a Dios) para tomar a otra mujer como
esposa, estando ya casado con una buena mujer cristiana, lo que causó que
muchos dejáramos la iglesia, resolví no congregar en iglesia alguna, mientras
hacía un esfuerzo por meditar las sola Escrituras. Y fue, durante este tiempo
de lectura de mi Biblia, que mis observaciones a algunas enseñanzas del Rev.
Branham fueron madurando, juzgándolas de erróneas, fuera de contexto,
inexistentes o sin fundamento puramente Escritural. Yo ya tenía algunas
observaciones desde años antes pero, por razón de que reputaba este ministerio
de profeta, y que honradamente debo admitir que recibí buena enseñanza sobre
doctrinas que aún hoy siguen siendo fundamento de mi pequeña fe, como el
Bautismo en Agua en el Nombre del Señor Jesucristo, la Unidad de Dios, y otros,
temía estaría procediendo torpemente contra un ungido de Dios; pero, e incluso
por los mismos principios que el Rev. Branham defendió y fueron el argumento de
justicia sobre el cual fundó su ministerio, me vi en la necesidad de cuestionar
algunas de sus enseñanzas, mismas que paso a listar aquí para beneficio de
quién las quiera considerar para beneficio de sí mismo; entendiendo que, y en
palabras del Apóstol Pablo, “nada podemos contra la verdad, sino por la
verdad.” (2 Corintios 13:8):
1.
En el sermón La Estatura del Varón Perfecto, el Rev. Bramham confunde virtud por poder, para decir que tras el fundamento de la fe uno debería
manifestar el poder del Espíritu Santo, tan igual como el Señor como cuando
poder salió de Él para sanar a aquella mujer con flujo de sangre. Sin embargo,
hay que aclarar que en 2 Pedro 1:5-7, Escritura que sirve para este sermón, no
se usa la expresión griega dynamis
que es la que significa poder, sino aretē que se traduce como virtud, significando un aspecto propio del carácter que allí se describe, desde fe hasta el amor.
2.
El Rev. Branham contradijo la profecía del Señor cuando él dijo que Su cuerpo
no podía estar más de 72 horas bajo tierra, aduciendo que a las 72 horas un
cuerpo se corrompe, para interpretar la Escritura de “Tu cuerpo no verá
corrupción”, contradiciendo lo que el Señor dijo en Mateo y Marcos que, igual a
Jonás que estuvo tres días y tres noches en el vientre del gran pez, Él estaría
también tres días y tres noches en el corazón de la tierra, lo que no ocurre
entre un viernes de crucifixión y un domingo por la mañana (además, las
Escrituras no nos declaran que Jesús haya resucitado un domingo por la mañana),
por lo que esta enseñanza es contraria a la profecía dada por el Señor y que,
además, no permite que la cuenta de días y noches se cumpla tal y como el Señor
lo dijo, contradiciendo así incluso la enseñanza que, a este respecto, se da en
la mayoría de iglesias y confesiones.
3.
El Rev. Branham declaró que Lot fue juez en Sodoma, cuando las Escritura en
Génesis 19 no lo precisa, sino que solamente declara que los residentes de
Sodoma dijeron “Vino este extraño para habitar entre nosotros, ¿y habrá de
erigirse en juez?” (Génesis 19:9), pero no que Lot fuera juez.
4.
El Rev. Branham enseñó que Abraham y Sara fueron rejuvenecidos para el
advenimiento de Isaac aduciendo que, en tal estado de vejetud, ellos no habrían
podido engendrar, concebir y dar a luz al hijo prometido, pero Génesis 21:2 y 7
dicen que tanto Abraham y Sara eran viejos cuando Isaac nació: “Y Sara concibió
y dio a Abraham un hijo en su vejez, en el tiempo que Dios le había dicho.” “Y
añadió: ¿Quién dijera a Abraham que Sara habría de dar de mamar a hijos? Pues
le he dado un hijo en su vejez.” Lo que claramente nos da a entender que, tanto
Abraham como Sara, fueron viejos para cuando Isaac nació, lo que hace aún más
glorioso el hecho de este milagroso advenimiento.
5.
El Rev. Branham hizo referencia a un proceso de adopción, para sus enseñanzas
sobre Adopción, que habría sido una práctica en el Antiguo Testamento pero,
cuando busco el concepto adopción mediante mi concordancia, yo no veo esta
experiencia tal como el profeta lo explica, sino solamente el acto de adoptar
en Esther 1:5; y, cuando en el Nuevo Testamento el apóstol habla acerca de
adopción, él se refiere a esta adopción cuando el creyente recibe el Espíritu
(Santo) de Adopción (Romanos 8:15), luego para hablar de la adopción de
nuestros cuerpos (v. 23), la adopción de que fueron objeto los israelitas (9:4)
y, probablemente a semejanza de ellos (Israel), la adopción de hijos mediante
la redención por medio de Jesucristo (Gálatas 4:5 y Efesios 1:5); pero, a
lo largo de estas citas, nada que se parezca al proceso de Adopción tal como lo
enseñó el Rev. Branham.
6.
El Rev. Branham enseñó que en la pirámide de 2 Pedro 1:5-7, entre afecto fraternal y amor (agapo) está el Espíritu Santo, como un
requisito para avanzar hacia el amor
(agapo); sin embargo, de mi lectura,
lo más consciente y honrado posible, concluyo que el Espíritu Santo se recibe
tras la fe (Romanos, Gálatas, Hebreos), y que nadie podría avanzar ni hasta afecto fraternal sin siquiera tener el
Espíritu Santo; por lo que no me parece acertado que el profeta coloque el
Espíritu Santo entre afecto fraternal y amor (agapo), salvo para
indicar que, obstante que es responsabilidad del creyente añadir cada una de
estas virtudes después de la fe (dado por gracia), cierto es que en todo
tenemos necesidad de ser guiados y asegurados que vamos por buen camino
mediante el Espíritu Santo, porque no dudo que haya un falso afecto fraternal y amor (agapo), tanto como está profetizado que
para este tiempo final hay en la iglesia apariencia
de piedad.
7.
El Rev. Branham enseñó que uno nace con dones y llamamiento, y que uno tiene
esta dotación de Dios aún sin haberse arrepentido, interpretando fuera de
contexto la Escritura de Romanos 11:29: “Porque irrevocables son los dones y el
llamamiento de Dios.” Porque, cuando uno lee esta cita Bíblica en su contexto,
lo que allí se dice no es respecto del arrepentimiento de la persona, del
creyente o no creyente, sino que allí se dice que Dios no se arrepiente de
haber llamado y dado dones a Israel.
Seguidamente, algunas citas donde el profeta hace esta
declaración motivo de mi observación:
30 La Biblia dice: "Dones y llamamientos
son sin arrepentimiento." Usted nace con estas cosas. ¿Cree usted en
preordenación? ¿Para todos? Las cosas son preordenadas de Dios. Jesucristo fue
preordenado para ser el Hijo de Dios en el jardín del Edén. ¿Lo creen? "Tu
simiente herirá la cabeza de la serpiente." 50-0227 – DIOS EN
SU PUEBLO
12 Después pensé: “Si solamente podría llegar a donde
estaban estos dos hombres principales, que habían hablado en lenguas y habían
dado la interpretación”. Eso estaba ardiendo en mi corazón, lo deseaba tanto.
Bueno, como les he explicado anteriormente acerca de un don que uno utiliza.
Uds. saben, los dones y llamamientos son sin arrepentimiento, uno los tiene
toda su vida ¿ven?, uno nace con esas cosas, si son dones de Dios. Así que
siempre, desde pequeño, siempre me ha sucedido, y hay gente que me han conocido
toda la vida y saben que es la verdad. Bueno, pensé si. . . No sabía qué era,
yo lo llamaba visión, pero no sabía qué era en verdad. Pero pensé: “¡Si
solamente podría hablar con ellos!” Y el Espíritu que estaba en el edificio se
sentía como el genuino Espíritu de Dios. 65-0118 – LA SIMIENTE DE DISCREPANCIA
205 Un don de Dios es alguna manera que uno tiene para
hacerse a un lado. Y dones y llamamientos son por la predestinación de Dios.
“Dones y llamamientos son irrevocables”. Uno nace con ellos. Es un pequeño
cambio de velocidad en el que uno mismo se engrana, pero uno no puede pisar el
acelerador. ¿Ven? Dios es el que tiene que operarlo. Uno mismo tiene que
hacerse a un lado. 206 La fe de Uds. puede operarlo, no la mía; la de Uds. La
mía sólo lo hace a un lado. Uds. crean con todo su corazón que Jesucristo vive
hoy. 65-0120 - NO TE APOYES EN TU PROPIA PRUDENCIA
215 Ahora, yo no soy Él, pero soy Su siervo. Yo no
creo que uno le imponga las manos a la gente y le dé dones. “Los dones y l l a
m a m i e n t o s s o n s i n a r r e p e n t i m i e n t o”. E l l o s s o n
predestinados, de Dios, para enfrentar la edad y el tiempo de esa edad.
Cualquier estudiante de la Biblia sabe que esa es la verdad. Moisés nació justo
a tiempo. Jeremías, a tiempo, todos los demás. Juan el bautista, a tiempo.
Jesús llegó a tiempo. Y nosotros hemos llegado a tiempo. Esto es lo que debe
suceder. 65-0427 – ¿CAMBIA DIOS SU MODO DE PENSAR?
Para quienes les incomode que haga esta declaración de
fe: “creí, por eso hablé” (2 Corintios 4:13), les propongo discutir estas
observaciones, lo más honrado posibles, con argumentos justos, esto es
Bíblicos, que en todo la Verdad prime por encima de toda diferencia y que, si
se me demuestra mi error, me harían un bien y estaría dispuesto a confesarlo
públicamente; sin embargo, hasta aquí he dado a conocer mis observaciones
inclusive a los Hermanos Branham, y otros ministros de renombre, y ninguno tuvo
la sensibilidad de responderme o atender a mi consulta; por lo que creo estar
en lo correcto por el argumento Escritural que creo estar usando aquí
debidamente, tras haber meditado estas observaciones por regular tiempo.