58 Lo más inocente que tenemos, me supongo, sería
el—el animal, el—el cordero. Cuando Dios quiso identificar a Jesucristo, Él le
identificó como un Cordero. Y cuando Él mismo quiso identificarse, lo hizo como
una ave, una Paloma. Y la paloma es la más inocente y la más limpia de todas
las aves, y el—el cordero es el animal más inocente y puro entre toda la vida
animal. Entonces Uds. puede ver...
59 Jesús
fue bautizado por Juan, y la Biblia dice: “Y—y él vio el Espíritu de Dios, como
una paloma, descendiendo sobre Él”. Por eso, si hubiera sido un...si hubiera
sido un lobo, o si hubiera sido cualquier otro animal, la—la naturaleza de la
paloma no hubiera podido mezclarse con la naturaleza del lobo; ni tampoco la—la
naturaleza de la paloma mezclarse con la naturaleza de cualquier otro animal
sino el cordero. Y esas dos naturalezas se unieron, y entonces podían estar de
acuerdo la una con la otra.
60 ¿Ahora
ven Uds. la predestinación? Era un cordero cuando llegó allí. ¿Ven? ¿Ven? Fue
un cordero cuando—cuando fue traído; ya era un cordero. Él nació cordero. Él
fue criado un cordero. ¿Ven?
61 Y por
eso, esa es la única clase de Espíritu genuino que puede recibir la Palabra,
que puede recibir a Cristo. Los demás hacen el esfuerzo, se esfuerzan en
obtenerlo, y ponen el Espíritu de Dios sobre un lobo (¿ven?): enojados, malos,
mal intencionados. Él no permanecerá allí. El Espíritu Santo sencillamente
levanta vuelo inmediatamente. Él no lo hará.
62 ¿Qué
si esa Paloma hubiese descendido, y en vez de ser un Cordero allí, hubiera sido
algún otro animal? Hubiera levantado vuelo rápidamente y hubiera regresado.
¿Ven? Pero cuando halló aquella naturaleza con la cual podía mezclarse,
sencillamente llegó a ser Uno.
63 Y
entonces la—la—la Paloma guió al Cordero, y noten, guió el Cordero al matadero.
Ahora, el Cordero fue obediente a la Paloma. ¿Ven? Sin importar a dónde le
guiara, Él estaba dispuesto a ir.
64 Me
pregunto, hoy, cuando Dios nos guía hacia una—una vida de completa rendición y
servicio a Él, me pongo a pensar si a veces nuestro espíritu no se pone
rebelde, como mostrando si acaso seremos corderos. ¿Ven? ¿Ven? Un cordero es
obediente.
65 Un
cordero se auto-sacrifica. Él—él—no—él—no quita, no reclama lo suyo. Puede
entregarlo todo y se le trasquile la lana —es todo lo que posee y no, no se queja, simplemente sacrifica todo
lo que posee; ese es el cordero. Él da todo lo que tiene a su...lo entrega
todo, él mismo, y todo lo que es.
66 Y así
es el verdadero Cristiano, se sacrifican ellos mismos, no interesándoles nada
de este mundo, sino entregando todo lo que tienen a Dios. ¿Ven?
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