domingo, 24 de mayo de 2020

¿Qué significa “en el nombre de…” en la Biblia?

E
n muchas partes, en la Biblia; esto es, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, nos encontramos con la expresión “en el nombre de”. Por ejemplo, en el Antiguo Testamento:

Deuteronomio 21:5: Entonces vendrán los sacerdotes hijos de Leví, porque a ellos escogió Jehová tu Dios para que le sirvan, y para bendecir en el nombre de Jehová; y por la palabra de ellos se decidirá toda disputa y toda ofensa.
Deuteronomio 25:6: Y el primogénito que ella diere a luz sucederá en el nombre de su hermano muerto, para que el nombre de éste no sea borrado de Israel.
1 Samuel 17:45: Entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado.
2 Samuel 6:18: Y cuando David había acabado de ofrecer los holocaustos y ofrendas de paz, bendijo al pueblo en el nombre de Jehová de los ejércitos.
1 Reyes 18:32: edificó con las piedras un altar en el nombre de Jehová; después hizo una zanja alrededor del altar, en que cupieran dos medidas de grano.
2 Reyes 2:24: Y mirando él atrás, los vio, y los maldijo en el nombre de Jehová. Y salieron dos osos del monte, y despedazaron de ellos a cuarenta y dos muchachos.
1 Crónicas 16:2: Y cuando David acabó de ofrecer el holocausto y los sacrificios de paz, bendijo al pueblo en el nombre de Jehová.
Esdras 5:1: Profetizaron Hageo y Zacarías hijo de Iddo, ambos profetas, a los judíos que estaban en Judá y en Jerusalén en el nombre del Dios de Israel quien estaba sobre ellos.
Salmos 118:10-11: Todas las naciones me rodearon; Mas en el nombre de Jehová yo las destruiré. Me rodearon y me asediaron; Mas en el nombre de Jehová yo las destruiré.
Salmos 118:26: Bendito el que viene en el nombre de Jehová; Desde la casa de Jehová os bendecimos.
Salmos 124:8: Nuestro socorro está en el nombre de Jehová, Que hizo el cielo y la tierra.
Salmos 129:8: Ni dijeron los que pasaban: Bendición de Jehová sea sobre vosotros; Os bendecimos en el nombre de Jehová.
Isaías 48:1: Oíd esto, casa de Jacob, que os llamáis del nombre de Israel, los que salieron de las aguas de Judá, los que juran en el nombre de Jehová, y hacen memoria del Dios de Israel, mas no en verdad ni en justicia;
Isaías 50:10: ¿Quién hay entre vosotros que teme a Jehová, y oye la voz de su siervo? El que anda en tinieblas y carece de luz, confíe en el nombre de Jehová, y apóyese en su Dios.
Jeremías 3:17: En aquel tiempo llamarán a Jerusalén: Trono de Jehová, y todas las naciones vendrán a ella en el nombre de Jehová en Jerusalén; ni andarán más tras la dureza de su malvado corazón.
Sofonías 3:12: Y dejaré en medio de ti un pueblo humilde y pobre, el cual confiará en el nombre de Jehová.
Zacarías 13:3: Y acontecerá que cuando alguno profetizare aún, le dirán su padre y su madre que lo engendraron: No vivirás, porque has hablado mentira en el nombre de Jehová; y su padre y su madre que lo engendraron le traspasarán cuando profetizare.

Según el diccionario de la RAE (Real Academia Española), la expresión “nombre”, en su tercera acepción, significan: Fama, opinión, reputación, dignidad o crédito.

“Todos hemos experimentado el poder de un nombre en nuestras vidas. Las personas nos respetan a nosotros, y a nuestras opiniones, si creen que estamos conectados con alguien de mayor autoridad, reputación y dignidad. En todas las culturas, las personas con autoridad siempre han prestado su reputación y su autoridad a sus delegados [o seguidores – Ed.]. Los fundadores y líderes de los movimientos religiosos usan las mismas estrategias de delegación que los fundadores y líderes de las naciones. La frase “en nombre de simplemente afirma [o resalta – Ed.] la reputación y la autoridad de la otra persona, la persona detrás del nombre en mención.”

“En definitiva, la frase “en el nombre de” significa que la ley, el monarca, la Deidad misma, la humanidad o la decencia común, etc., le dan al hablante o portador del “nombre” poder y autoridad para exigir atención, respeto y hasta obediencia.”

Por eso es que todo cristiano debe sentirse y saberse fuerte en el Nombre de su Señor y Salvador, Yeshúa [en el idioma hebreo]; porque este Nombre tiene toda la reputación y autoridad ante Dios que nos permite acceder a Él, mediante los méritos del Nombre, para platicar con Dios y, cuando hay necesidad, pedir –igualmente- algo para Su gloria y alabanza; en tanto, todo cuanto pedimos en el nombre de Yeshúa (el Nombre sobre todo nombre, dado a los hombres para ser salvos), tiene el peso de la reputación y autoridad que Él ganó para nosotros mediante Su muerte en el Calvario; y no solo porque Él es digno pero que, cuando Él fue al Calvario por nosotros, eso nos hizo igualmente dignos para merecer, ahora, la atención del Dios Altísimo y Admirable, del Creador de cielos y tierra, autor de toda buena dádiva; porque, ahora, venimos ante Él, en el nombre, mediante el nombre o por los méritos del nombre de nuestro Señor y Salvador, Yeshúa.

Oremos, pidamos en el nombre de Yeshúa; “porque todas las promesas de Dios son en Él “Sí”, y en Él “Amén”, por medio de nosotros, para la gloria de Dios.” (2 Corintios 1:20), por causa o razón del Nombre, Yeshúa.

He aquí citas bíblicas en el Nuevo Testamento donde figuran la frase “en el nombre de”, con relación a nuestro Señor y Salvador Yeshúa (aunque, como es sabido, allí el Nombre figura como Jesús, el nombre latino dado al Salvador].

Mateo 23:39: Porque os digo que desde ahora no me veréis, hasta que digáis: Bendito el que viene en el nombre del Señor.
Mateo 28:19: Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Marcos 11:9: Y los que iban delante y los que venían detrás daban voces, diciendo: ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!
Lucas 19:38: diciendo: ¡Bendito el rey que viene en el nombre del Señor; paz en el cielo, y gloria en las alturas!
Juan 3:18: El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.
Juan 12:13: tomaron ramas de palmera y salieron a recibirle, y clamaban: ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor, el Rey de Israel!
Hechos 2:38: Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.
Hechos 3:6: Mas Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda.
Hechos 4:10: sea notorio a todos vosotros, y a todo el pueblo de Israel, que en el nombre de Jesucristo de Nazaret, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de los muertos, por él este hombre está en vuestra presencia sano.
Hechos 4:18: Y llamándolos, les intimaron que en ninguna manera hablasen ni enseñasen en el nombre de Jesús.
Hechos 5:40: Y convinieron con él; y llamando a los apóstoles, después de azotarlos, les intimaron que no hablasen en el nombre de Jesús, y los pusieron en libertad.
Hechos 8:16: porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente habían sido bautizados en el nombre de Jesús.
Hechos 9:27: Entonces Bernabé, tomándole, lo trajo a los apóstoles, y les contó cómo Saulo había visto en el camino al Señor, el cual le había hablado, y cómo en Damasco había hablado valerosamente en el nombre de Jesús.
Hechos 9:29: y hablaba denodadamente en el nombre del Señor, y disputaba con los griegos; pero éstos procuraban matarle.
Hechos 10:48: Y mandó bautizarles en el nombre del Señor Jesús. Entonces le rogaron que se quedase por algunos días.
Hechos 16:18: Y esto lo hacía por muchos días; mas desagradando a Pablo, éste se volvió y dijo al espíritu: Te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella. Y salió en aquella misma hora.
Hechos 19:5: Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús.
1 Corintios 5:4: En el nombre de nuestro Señor Jesucristo, reunidos vosotros y mi espíritu, con el poder de nuestro Señor Jesucristo,
1 Corintios 6:11: Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.
Efesios 5:20: dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.
Filipenses 2:10: para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra;
Colosenses 3:17: Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.
2 Tesalonicenses 3:6: Pero os ordenamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que os apartéis de todo hermano que ande desordenadamente, y no según la enseñanza que recibisteis de nosotros.
Santiago 5:14: ¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor.
1 Juan 3:23: Y este es su mandamiento: Que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo, y nos amemos unos a otros como nos lo ha mandado.
1 Juan 5:13: Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios.

También la expresión “en mi nombre” tiene el mismo sentido y valor en los Evangelios:

Marcos 16:17: Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas;
Juan 14:13: Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.
Juan 14:14: Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.
Juan 14:26: Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.
Juan 15:16: No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.
Juan 16:23: En aquel día no me preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará.
Juan 16:24: Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido.

Y en el libro de Hechos y una de las cartas del apóstol Pablo:

Hechos 2:38: Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.
Hechos 3:6: Mas Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda.
Hechos 4:10: sea notorio a todos vosotros, y a todo el pueblo de Israel, que en el nombre de Jesucristo de Nazaret, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de los muertos, por él este hombre está en vuestra presencia sano.
Hechos 4:18: Y llamándolos, les intimaron que en ninguna manera hablasen ni enseñasen en el nombre de Jesús.
Hechos 8:16: porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente habían sido bautizados en el nombre de Jesús.
Hechos 9:27: Entonces Bernabé, tomándole, lo trajo a los apóstoles, y les contó cómo Saulo había visto en el camino al Señor, el cual le había hablado, y cómo en Damasco había hablado valerosamente en el nombre de Jesús.
Hechos 9:29: y hablaba denodadamente en el nombre del Señor, y disputaba con los griegos; pero éstos procuraban matarle.
Hechos 10:48: Y mandó bautizarles en el nombre del Señor Jesús. Entonces le rogaron que se quedase por algunos días.
Hechos 16:18: Y esto lo hacía por muchos días; mas desagradando a Pablo, éste se volvió y dijo al espíritu: Te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella. Y salió en aquella misma hora.
Hechos 19:5: Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús.

Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.
Colosenses 3:17

¿Conoces a Dios, y a Su Cristo Yeshúa? ¿Sí? Entonces sabes la autoridad que hay en Su nombre; pero, si no es el caso, si solo tienes un conocimiento tradicional y, lo que es peor, no basado en Su Palabra, Su Biblia; entonces te animo a buscarle de todo tu corazón y, cuando Le conozcas, entonces conocerás igualmente el poder que hay en Su bendito nombre; y, como los santos de la antiguedad, y de todos los tiempos, igualmente dirás como ellos, y con toda autoridad: "en el nombre de..."

¡Shalom! ¡Paz!

miércoles, 20 de mayo de 2020

El Retorno

En primer lugar, consideremos la sola posibilidad del retorno del profeta, esto es de su resurrección y, para esto, usemos del argumento Bíblico, para cuestionar esa posibilidad:

En Lucas 16:19-31, se narra la historia de un hombre rico y un mendigo llamado Lázaro. Ambos murieron: uno fue llevado por los ángeles al seno de Abraham y, el otro, fue sepultado. En el Hades, el hombre que fue rico, estando en tormentos, dio voces y, en el v. 27 y 28, él pidió a Abraham: “…Te ruego, pues, padre, que le envíes [a Lázaro, resucitándole] a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que les testifique, a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormento.” En el V. 29, Abraham le respondió: “…A Moisés y a los profetas [las Escrituras entonces existentes para el pueblo de Dios] tienen; óiganlos.” Con lo que esa posibilidad de resucitar a un santo, para testificar a los que están vivos sobre la tierra, no tiene antecedente que la respalde, excepto la del Señor Jesucristo, únicamente y que, con relación al Señor, todos sabemos que Él nos envió al único Testigo, al Espíritu Santo para darnos testimonio de Su vida, ministerio, muerte y resurrección.

Y es más, en el v. 30, el hombre rico insistió y dijo: “No, padre Abraham; pero si alguno fuere a ellos de entre los muertos [como algunos esperan que el Hermano Branham resucite para ese propósito], se arrepentirán.” A lo que Abraham contestó: “…Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos.” Por lo que una supuesta resurrección del Hermano Branham TAMPOCO tendría algún sentido, cuando no serviría para testificar, persuadir o arrepentir a nadie, según lo entendemos de esta porción de la Escritura. Para este tiempo, bien podríamos decir, “si no leen la Biblia y escuchan el Mensaje de la hora, tampoco se persuadirán aunque el Hermano Branham resucitara”. Bajo este principio es que debemos entender que, las dos olivas o profetas que Dios levantará para Israel (Apocalipsis 11), tampoco serán Moisés y Elías resucitados; sino, dos israelitas con el mismo espíritu o unción que reposó sobre Moisés y Elías.

El profeta nos dice en el libro Las Edades, Edad de Laodicea, Pág. 386, Párr. 186, “…En los días del séptimo mensajero, en los días de la edad de la Laodicea, el mensajero revelará los misterios de Dios como fueron revelados a Pablo…”, y “…Lo que él [el profeta –Editor] diga, será de Dios, y la Novia dirá lo mismo. El Espíritu, el profeta y la Novia dirán la misma cosa. Y LO QUE ELLOS [la Novia –Editor] DIGAN, YA HABRÁ SIDO DICHO EN LA PALABRA [Lucas 16:19-31].” (Párr. 187). Y el apóstol Pablo dijo, “porque no he rehuido anunciaros TODO EL CONSEJO DE DIOS.” (Hechos 20:27). Entonces, hacia TODO EL CONSEJO DE DIOS es que hemos sido vueltos, lo que ya ha sido dicho y está establecido en la Biblia.

Pero esto, hermanos, lo he presentado como ejemplo en mí y en Apolos por amor de vosotros, para que en nosotros aprendáis a no pensar más de lo que está escrito, no sea que por causa de uno, os envanezcáis unos contra otros. (1 Corintios 4:6)

Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén. (1 Pedro 4:11)

“Pero también es un hecho que el profeta de la última edad tiene que estar trayendo un Mensaje de Dios que precederá la segunda venida del Señor; porque por medio de su Mensaje serán convertidos los corazones de los hijos a los padres Pentecostales, y juntamente con la restauración de la Palabra vendrá la restauración del poder.” (Las Edades, Pág. 384, Párr. 179). ¡Cuán vital es la restauración de esta Palabra y, con ello, TODO EL CONSEJO DE DIOS dado en días del Apóstol Pablo!

Por otro lado, respecto la resurrección, las Escrituras nos dicen de dos resurrecciones de grupos de gentes: la primera y segunda resurrección. La primera es de los bienaventurados (Apocalipsis 20:4-6) y, la segunda, es para el Juicio del Gran Trono Blanco (Apocalipsis 20:11-15). Pero, como parte de esta primera resurrección es la resurrección de nuestro Señor Jesucristo, por cuanto de Él, en diversas Escrituras, se dice que es las primicias o primeros frutos, en todo; por ejemplo:

“…el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia.” (Colosenses 1:18. También Apocalipsis 1:5).

Ahora, si Jesús tiene la preeminencia en todo, tanto así que aún en la resurrección de los muertos Él es el primogénito o primero, significando que después de Él otros (plural) Le secundan en esta primera resurrección de los bienaventurados, entonces una resurrección del Hermano Branham, previa a la resurrección del total de santos que duermen, rompería esta declaración del apóstol porque, de ser esto posible, el Hermano Branham sería el primogénito respecto de los que duermen, él tendría la preeminencia respecto ese grupo que espera por esta primera resurrección, la resurrección de los bienaventurados; y eso, definitivamente, no puede ser porque contradice las Escrituras expuestas, es una herejía, pretendiendo darle la gloria al Hermano Branham del cual es solo digno nuestro Señor Jesús.

1 Corintios 15:20 y 23 confirman las citas Bíblicas anteriores:

Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho.
Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son [plural] de Cristo, en Su venida.

Éste es el orden y, en este orden, “luego” de la resurrección de nuestro Señor, las primicias, ocurrirá la resurrección de los que duermen (plural); y en ninguna parte de esta y otras Escrituras se nos dice de alguna otra resurrección previa a esa resurrección de los santos, de los bienaventurados, excepto la resurrección del Señor, el primogénito de entre los muertos.

La posibilidad del retorno del profeta como la Voz de Arcángel o Resurrección

Consideremos la posibilidad del retorno del profeta a efectos de resucitar a los muertos en Cristo, en el supuesto que él será la Voz de Arcángel o Resurrección y, para esto, usaré citas del profeta contenidos en un tratado que llegó a mis manos, titulado El Tercer Jalón que, en lo mejor de mi entendimiento, nos dan a entender que esa obra será para la Novia, ya no un hombre, ya no un profeta, pero la Novia en su madurez, que es obra de Efesios 4 y motivo por el cual Jesús murió en su lugar. La Novia, como el Cuerpo de Cristo, un Cuerpo formado por hombres y mujeres, con los atributos de Dios, manifestará a Dios como, en su tiempo, lo hizo el mismo Señor Jesucristo y, en este último tiempo, el Hermano Branham, para darnos una idea y ejemplo de lo que será en la Novia.

Previamente, citas sobre el poder a manifestarse a través de TODO el Cuerpo Novia: la manifestación gloriosa de los hijos de Dios:

“…Entonces cuando [Adán –Editor] perdió su vida, también perdió su herencia en la Vida, porque él tenía control completo y supremo de la tierra. Él era dios de la tierra. Dios es el Dios del universo, de todo, pero Su hijo tenía esta tierra bajo su propio dominio. ÉL PODÍA HABLAR, PODÍA NOMBRAR, PODÍA PARAR LA NATURALEZA, PODÍA HACER LO QUE DESEABA. Pero cuando hizo esto [pecó –Editor], entonces perdió su herencia. Ahora Adán podía decir: ‘Muévase este monte de aquí para allá’, y así sucedía, porque él tenía control completo y supremo como un dios menor bajo Dios nuestro Padre, porque él era un hijo de Dios…” (La Brecha, Pág. 66, 67)

“…Lo cual, Dios dijo en Génesis 2 que ellos eran dioses, porque ellos fueron, tenían dominio completo sobre el dominio del mundo. Él le dio dominio sobre todas las cosas. Y él perdió su oficio de dios, él perdió su oficio de hijo, él perdió su dominio, y Satanás tomó control. Pero, hermano, estamos esperando las manifestaciones de los hijos [plural, no un solo hombre –Editor] de Dios quienes regresarán y tomarán control otra vez. Esperando el cumplimiento del tiempo, cuando la pirámide llegue hasta arriba, CUANDO LOS PLENOS HIJOS DE DIOS SERÁN MANIFESTADOS, CUANDO EL PODER DE DIOS SALDRÁ (ALELUYA), Y LE QUITARÁ A SATANÁS TODO PODER QUE ÉL TIENE.” (Adopción # 4, Párr. 76).

“Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios [en el Griego se dice tened fe de Dios –Editor]. Porque de cierto os digo que cualquiera [no es potestad o privilegio de tan solo una persona –Editor] que dijere a este monte: quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho.” (Marcos 11:23).

“De cierto os digo, vosotros [plural –Editor] que sois pequeños dioses, si dijeren a este monte, ‘muévete’, y no dudaren en su corazón, sino creyeren que será hecho lo que dijeren, lo que digan les será hecho.”

“Regresan directamente a Génesis, a lo original, ¿qué es? Ahora el mundo y la naturaleza están gimiendo, clamando, todo se está moviendo. ¿Qué? Por la manifestación de los hijos de Dios, cuando hijos verdaderos, hijos nacidos, hijos llenos HABLEN Y SU PALABRA SEA RESPALDADA. Yo creo que estamos en el borde de eso ahora mismo. Sí, señor. Decirle a este monte: ‘que sea tal’.”

“‘Hermano, yo deseo tal y tal, que una cierta cosa sea hecha. Yo soy un creyente en Jesucristo’. ‘Yo te lo doy en el Nombre del Señor Jesucristo’. Amén. Hay una manifestación.”

“‘Oh, hermano, mis cosechas se están quemando allá afuera. Yo no he tenido lluvia’. ‘Yo te enviaré una lluvia, en el Nombre del Señor’. Allí vendrá. Oh, esperando, gimiendo, toda la naturaleza esperando las manifestaciones de los hijos de Dios. Dios lo ordenó en el principio. ÉL LE DIO AL HOMBRE EL DOMINIO.”

“Él se lo dio a Jesucristo, y Jesús lo dio en Su Nombre, con esta seguridad: ‘Pedid al Padre algo en Mi Nombre, y Yo lo haré’. ¡Oh, Hno. Palmer! ¡Esperando las manifestaciones de los hijos de Dios, la posición, la iglesia!” (Adopción # 4, Párr. 76, 79-85).

“… ¿Ven ahora, porqué he sido tan celoso con la clase de simiente [Palabra –Editor] que yo he sembrado para el cuerpo [Novia –Editor]? La lluvia va a caer muy pronto; me refiero a la verdadera lluvia. Y tiene que tener Simiente en donde caer. Yo espero vivir para verlo. ¿Lo entienden ahora? SERÁ LA PALABRA VIVIENTE COMO LO FUE EN EL PRINCIPIO, LA PALABRA HABLADA DE DIOS. TENER SU PODER; PORQUE ES EN ÉL, EN SU PROPIO CUERPO, OBRANDO SU PROPIA VOLUNTAD. Miren a las promesas que Dios le dio a este cuerpo [Novia –Editor].

“‘Díganle a este monte que se quite. No duden en su corazón, sino crean que lo que han dicho será hecho, y lo que han dicho les será hecho.’: Es el colocamiento de la Iglesia en posición, EN DONDE LA PLENITUD DEL PODER DEL ESPÍRITU SANTO LLEGA A LA IGLESIA. Entonces las bocas de los críticos serán cerradas. Será un tiempo corto…” (Oírle A Él 60-0313).

“Oh, esperando las manifestaciones de los hijos de Dios, ¡aleluya!, CUANDO DIOS MISMO SE DARÁ A CONOCER, CUANDO ELLOS PARARÁN ENFERMEDADES, ELLOS PARARÁN CÁNCER…” (Adopción # 4, Párr. 87).

“¿Ve Ud.? La Señal estaba desplegada: ‘…mas lo que tengo te doy.’ Viendo un pobre hermano cojo allí en la calle, y ellos con la misma Vida que estaba en Cristo: ‘…mas lo que tengo…’ ‘En mi Nombre echaréis fuera demonios.’ No es: ‘Yo echaré’, sino: ‘Vosotros echaréis fuera demonios.’ ‘Si dijereis a este monte…’ No dice: ‘Si yo dijere.’ ¡Hermano, LA HORA ESTÁ A LA MANO CUANDO LA SEÑAL NECESITA SER DESPLEGADA! (La Señal, Pág. 9).

“‘Si estuviereis en Mí, y Mis Palabras estuvieren en vosotros, pedid todo lo que quisiereis.’ Ud. estaría pidiendo de acuerdo a Su Palabra, y Su Palabra es Vida. Háblela. Si Dios lo ha dicho, y Ud. tiene certeza de que Él lo ha hablado, entonces el Espíritu Santo dará testimonio de la Verdad de esa Palabra. Ud. estará en lo correcto. Háblela. Allí está. Dígale a este monte que se mueva; no dude en su corazón, mas crea que lo que ha dicho sucederá. No será Ud. el que ha de hablar, sino el Padre que mora en Ud.; ÉL SERÁ EL QUE HA DE HABLAR. NO SERÁS TÚ HABLANDO A ESA MONTAÑA; SERÁ EL PADRE, EL CUAL MORA EN TI, HABLANDO A ESA MONTAÑA; ENTONCES ESA MONTAÑA TENDRÁ QUE MOVERSE.” (¿Para Qué Fue Dado El Espíritu Santo?, Párr. 74).

“Y algo me dijo: ‘Eso está en la expiación [cuando él se preguntaba si Marcos 11:23 estaba en la expiación o fuera de ella –Editor]’. Pues si un hombre o una mujer están tan consagrados y rendidos a Dios, DIOS SOLO ENTRA Y UTILIZA SU VOZ, Y NO ES EL HOMBRE HABLANDO, ES DIOS QUE ESTÁ EN ÉL [y ella, según el contexto de esta cita –Editor], EL QUE HABLA.” (Nuevo Ministerio, Párr. 68).

“Tú dijiste: ‘Habla y no dudes, creyendo que todo lo que has pedido vendrá a suceder, y tú tendrás lo que has pedido.’ ¿Quién dijo eso? El Testigo de Dios dijo eso.” (Testimonio De Un Verdadero Testigo, Párr. 255-258).

Y, seguidamente, citas sobre el poder de resurrección (la Voz de Arcángel) a través del Cuerpo Novia:

“El mismo Espíritu Santo que salvó a los Luteranos, santificó a los metodistas y bautizó a los Pentecostales, es el mismo que ahora está poniendo en orden la Venida del Señor Jesús. ¡CUANDO ESE CUERPO [Novia –Editor] SERÁ TAN PODEROSO, Y [EL ESPÍRITU SANTO –Editor] VENDRÁ A ESTE GRUPO DE IGLESIA, QUE SACARÁ AL RESTO DE ELLOS DE LAS TUMBAS! ¡HABRÁ UNA RESURRECCIÓN! Para eso es que el Espíritu Santo es dado.”

“…Entonces, aquellos que están descansando allá en las tumbas o debajo del altar de Dios, están clamando como dice la Escritura: ‘¡Hasta cuándo, Señor, hasta cuándo?’ Dios está esperando por ti y por mí. La Iglesia está esperando en ti y en mí. Es tiempo de Adopción, CUANDO DIOS PUEDA DERRAMAR DE SU PLENITUD, DE SU PODER Y DE SU RESURRECCIÓN EN NOSOTROS HASTA EL PUNTO QUE LA IGLESIA Y CRISTO PUEDAN LLEGAR A SER UNO; HASTA QUE CRISTO LLEGUE A SER VISIBLE ENTRE NOSOTROS DE TAL MODO QUE LEVANTE LOS MUERTOS, Y NOSOTROS NOS VAYAMOS EN EL RAPTO.” (¿Para Qué Fue Dado El Espíritu Santo?, Párr. 50, 51).

“La Dinámica de esta Iglesia será la rellenura del Espíritu Santo, el cual hemos obrado en una medida pequeña, mientras la Piedra de Corona está descendiendo para unirse con el Cuerpo [Novia –Editor]. Mas cuando esa Cabeza y el Cuerpo se unan juntos, EL PLENO PODER DEL ESPÍRITU SANTO LA LEVANTARÁ EXACTAMENTE COMO… AÚN LOS MUERTOS, QUE ESTÁN MUERTOS EN CRISTO POR CIENTOS DE AÑOS ATRÁS, SE LEVANTARÁN EN LA BELLEZA DE SU SANTIDAD Y TOMARÁN SU VUELO A TRAVÉS DE LOS CIELOS.“ ¿Qué Haremos Con Jesús Llamado El Cristo? Párr. 116, Inglés).

“Jesús dijo: ‘Háblale a este monte…’ Y Uds. han escuchado acerca de lo que ha estado aconteciendo; ese es el ministerio al cual estamos entrando. Estamos muy avanzados en el camino ahora. Pronto será la Venida del Señor. Y tiene que haber Fe de Rapto en una Iglesia que podrá ser cambiada en un momento, en un abrir y cerrar de ojos para irse, o no nos iremos. Pero no se preocupen, allí estará. Y CUANDO EL PODER DE ESTA IGLESIA SUBA [a la Estatura del Varón Perfecto, obra de Efesios 4 –Editor], LEVANTARÁ A SUS HERMANOS; EL PODER DE ESA IGLESIA LEVANTARÁ A LOS OTROS HERMANOS; ENTONCES HABRÁ UNA RESURRECCIÓN GENERAL. Estamos en espera de ellos.” (P&R Sobre El Espíritu Santo, Párr. 21, Inglés).

“¿Lo entiende Ud.? Todos estos que murieron a través de las edades, nos están esperando y están dependiendo de nosotros [plural –Editor]. ENTONCES ESTA IGLESIA TIENE QUE LLEGAR A LA PERFECCIÓN [obra de Efesios 4 –Editor] PARA PODER LLEGAR A LA RESURRECCIÓN; y allí están aquellas almas debajo del altar, esperando que esta Iglesia llegue a la perfección…” (La Estatura De Un Hombre Perfecto, Pág. 50).

“Él rescatará los escogidos del último día, y ellos oirán la verdad exacta por medio de un profeta vindicado así como fue en los días de Pablo. Él restaurará la verdad así como la tuvieron ellos. Y aquellos elegidos [la Novia –Editor] juntamente con él [el profeta mensajero –Editor] en aquel día, serán los que en verdad manifestarán al Señor, y serán Su Cuerpo, Su Voz y producirán Sus obras. ¡Aleluya! ¿Lo ve Ud.?” (Las Edades, Pág. 358, Párr. 85).

“…hasta que en este último día hay nuevamente una gente [Novia –Editor] en la tierra, que bajo su mensajero, será la voz final en la última edad.” (Párr. 87).

“Sí, señor. La iglesia ya no es la boca de Dios. Es más bien su propia boca. Por eso Dios está volviéndose en contra de ella. Él la confundirá por medio del profeta y la Novia, porque la Voz de Dios estará en ella (la Novia). Si, porque dice en Apocalipsis 22:17: “Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven”. Una vez más el mundo oirá directamente de Dios como fue en el Día de Pentecostés; pero desde luego, aquella Novia de la Palabra será repudiada como fue también en la primera edad.” (Párr. 88).

Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras. Esto habla, y exhorta y reprende con toda autoridad. Nadie te menosprecie. (Tito 2:11-15).

27 Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio,
28 así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan.
Hebreos 9:27-28

Si el mismo Señor Jesús vino sujetándose a este principio establecido para los hombres, “…que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después el juicio” (Hebreos 9:27), y Dios no cambia, no hay razón para creer que el Hermano Branham, luego de muerto una sola vez, luego tenga que resucitar para, como algunos dicen, morir otra vez, cuando este principio inamovible del Incambiable Dios nos dice que “está establecido para los hombres que mueran una sola vez”.

Consideremos esto que, cuando el Señor habló de Su resurrección, Él lo dijo hasta por tres veces (1° Mateo 16:21-28; Marcos 8:31-91 y Lucas 9:27-27; 2° Mateo 17:22-23; Marcos 9:30-32 y Lucas 9:43-45; y 3° Mateo 20:17-19; Marcos 10:32-34 y Lucas 18:31-34), y lo que es igualmente importante, lo dijo con total claridad, sin enigmas (Juan 16:29); sin embargo, para el supuesto retorno del Hermano Branham no tenemos un registro así, él nunca lo dijo de esa manera ni en forma reiterada como el Señor lo dijo de manera que no hubiera duda alguna. En mi humilde impresión, esta doctrina es una torpe y atrevida interpretación que ministros hermanos han hecho a una aislada declaración del profeta, nuestro Hermano William Branham.



miércoles, 13 de mayo de 2020

DIGNOS DEL EVANGELIO DE CRISTO


27 Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo, para que o sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio,
28 y en nada intimidados por los que se oponen, que para ellos ciertamente es indicio de perdición, mas para vosotros de salvación; y esto de Dios.
Filipenses 1:27-28


E
n la película Rescatando Al Soldado Ryan, una cuadrilla de soldados, comandados por el capitán John H. Miller, recibe la orden de rescatar al soldado James F. Ryan. Durante esta guerra (la II Guerra Mundial), la señora Ryan era notificada que tres, de sus cuatro hijos, habían muerto; y la madre, afectadísima por el dolor que esta noticia le había causado, pide suplicante que le traigan de vuelta –al menos- al menor de los Ryan, a James. El general George Marshal, luego de consultar a los oficiales bajo su mando, aún cuando era una misión casi imposible, resuelve rescatar al soldado Ryan; orden que le es encomendada al capitán Miller.

La cuadrilla bajo el mando del capitán Miller cumple su cometido y, tras cruzar líneas enemigas, llega al pelotón o tropa donde, aún vivo, estaba entre ellos el soldado Ryan; lo toma bajo su protección y, aún tras la natural resistencia de Ryan (porque él quería seguir en el frente de batalla), lo lleva con destino al campamento base desde donde él sería retornado a su país, los EEUUA.

En este ínterin, la tropa se enfrenta a un grupo mucho mayor de soldados alemanes y, en el enfrentamiento, además de otros soldados, una bala impacta al capitán Miller; pero, gracias a que fueron auxiliados por aviones cazas de la armada estadounidense, el conflicto termina. El soldado Ryan se aproxima al capitán Miller y, probablemente no creyendo que la herida de bala en el capitán era de gravedad o, seguramente, queriendo mantenerlo despierto, animado, le da razón de los aviones: “Son caza bombarderos, aviones P-51”; a lo que el capitán responde: “Son ángeles de la guarda”. Tembloroso, porque ya su vida estaba al punto del colapso, el capitán balbucea; y, como quiera que el soldado se percata de ello, acercándose para oírle mejor, le pregunta: “¿Sí, señor?”; y el capitán, casi sin aliento, le dice: “James, sea digno de esto… ¡Gáneselo!”, y entregó el espíritu.

Años más tarde, ya un envejecido Ryan, éste visita la tumba del capitán Miller, con su familia; y, emocionadísimo, le dice a su capitán: “He tratado de vivir dignamente”.

¿Y qué si no hubiera sido así? Habría sido en vano la muerte del capitán Miller y los otros dos soldados que, por causa de este soldado, inmolaron sus vidas hasta la muerte.

Pensé en lo que Dios ha hecho por nosotros cuando, igualmente, comisionó, no a un capitán al frente de una cuadrilla de soldados, pero al mismísimo General Jesucristo; y, ¡SOLO!, para venir a rescatarnos de la muerte inminente a que estábamos condenados por razón de nuestros pecados. ¡Oh! El Señor Jesús libró la batalla más grande jamás peleada y, en el campo de batalla Y MEDIANTE SU MUERTE POR NOSOTROS, ¡GANÓ PARA NOSOTROS VIDA ETERNA!

Y hoy, ya a mi vejez, vuelvo a Él para, así como este soldado Ryan, agradecer a mi General Jesús por el inmenso favor de llevarme de regreso a Casa, a Casa de mi Padre, Su Padre Dios; mediante el perdón de mis pecados en Cristo Jesús.

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
(Juan 3:16)

Oh, usted preguntará: “¿eres salvo, Emilio?” Yo le respondería: “Oh, sí; Dios me ha permitido conocerle mediante Jesucristo y, ese conocimiento, es Vida para mí”. El Señor Jesús, orando dijo:

Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.
(Juan 17:3)

En los EEUUA, cierta vez se detectaron que, de un envío de autos Nisan, ya varias unidades iban encontrando fallas de fábrica; y, tan pronto descubrieron el lote de este envío, retornaron todo el lote de autos, cientos, a su país y fábrica de origen, para volverlos a ensamblar, para reensamblarlos. Todos hemos nacido en pecado para pecar; y, por lo mismo, todos merecemos o somos dignos de morir; y, llegados a nuestra adultez o, por lo menos, a la edad en que reconocemos o somos conscientes de esta triste realidad, de que somos pecadores; Dios, que es rico en misericordia, y no queriendo que nadie se pierda, nos propone nacer de nuevo; pero, a diferencia del primer nacimiento que es terrenal, humano, ahora es un nacimiento de arriba, del Cielo. Todos necesitamos nacer de nuevo o un renacimiento para vivir y, la única manera de lograrlo, es reconociendo nuestros pecados y muriendo a estos; arrepentirnos de nuestros pecados y aceptar el perdón por los mismos en la obra vicaria (la palabra “vicario” significa sustituto) de nuestro Señor Jesús.

Amigo, amiga, tan pronto aceptas a Jesús como el Cordero que quitó tus pecados en Su cruz, muriendo por ti; en ese mismo instante, eres declarado justo, perfecto, inocente e impecable; por razón de que, al aceptar Su sacrificio, con ello estás aceptando que eres culpable; pero a la vez, aceptando que nuestro Señor Jesús pagó por tu pecado; por consiguiente, no tienes deuda alguna ante Dios, sino razón para estarle agradecido, para servirle agradecido.

El apóstol Pedro resumió esta grande verdad en su primera epístola:

Quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia…
(1 Pedro 2:24)

“Para que nosotros, estando muertos a los pecados, [ahora] vivamos a la justicia [conformes a la justicia de Su Palabra, Su consejo, Sus mandamientos]”, para ya no errar. Vivir de otra manera sería ser indignos de Su cruz, Su muerte, Su sangre; que no somos –lo suficiente- debidamente agradecidos.

Vivamos vidas dignas de Su Evangelio, que nuestras vidas testifiquen que le estamos muy agradecidos por tal amor que Él nos mostró en la cruz, llevando nuestros pecados; y que seamos dignos de tal forma que ahora vivamos justamente, considerando Su Palabra hasta que Él envíe, nuevamente, a Jesucristo por una Iglesia digna, que ama Su retorno conforme a Su promesa; Quién, seguramente, se llevará consigo a todos los que le esperan, a los dignos de esta bendita promesa en gloria.





EL PORQUÉ DE LOS CHISTES IRREVERENTES Y BLASFEMOS


Y
a desde mi adolescencia, recuerdo que frecuentaban –por entonces- los chistes tocantes, por ejemplo, a los curas. El cura de la iglesia, por razones diversas (e, inclusivamente, esto lo hallamos en las obras del célebre don Ricardo Palma, en sus Tradiciones Peruanas), tradicionalmente fue objeto de la mofa, el comentario en doble sentido y la caricaturización, ridiculizándolo; y tal ha sido el nivel de la sátira que este personaje despertó que, por último, y sin reparo alguno, sin medir las consecuencias de lo que se hace, vemos que hay chistes que profanan lo santo de Dios, Sus santos y, finalmente, la majestad del mismo Dios.

El bufón, fue notorio sus actuar durante el imperio romano
Recuerdo que, en vez de que el homosexual fuera objeto de nuestra preocupación, éste fue motivo –igualmente- para el chiste, la mofa, el hazme reír (se le acostumbraba tratar de “maricón”, “marica”, etc.); porque lo que se buscaba, a fin de cuentas, era provocar la hilaridad, la carcajada; no importando si, con esto, deshonrábamos la majestad de las personas y, mucho menos, la de Dios.

Hoy hay chistes tocantes, por ejemplo, a predicadores del Evangelio que, por una conducta cuestionable, luego son objeto y comidilla para la sátira, el sarcasmo y la mordacidad. Estos burladores hierran al ignorar que, y como lo profetizó el apóstol Pablo, habrían falsos maestros en los últimos tiempos quienes, sin piedad (temor de Dios), harían mercancía de la fe; lo cual lo vemos hoy en muchas, muchas iglesias que, so pretexto de la ofrenda y el diezmo para Dios; y, prácticamente, como poniéndole un precio a las dádivas o regalos de Dios, éstos piden dinero a quienes asisten a sus reuniones con evidente credulidad y expectativa por alguna recompensa, alguna forma de bienestar a cambio de la ofrenda o diezmo que se da. ¿No es esto lo que la Iglesia Católica hizo durante la edad media con la venta de indulgencias? Pues, entonces, ya sabemos cuál es el origen de todo esto.

Siempre han habido bufones, cómicos y charlatanes y, más exactamente, entre el pueblo gentil que nunca tuvo conocimiento del Dios Santo, entre los paganos (idólatras); y, porque esto sigue sucediendo entre quienes decimos ser cristianos, quizá es señal inequívoca de que muchos, muchos que decimos creer en Dios, realmente no le conozcamos para adorarle tal y como Él espera que le adoremos, rindiéndole todo honor y reverencia.

El apóstol Pablo escribió: “Porque como está escrito, el nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa de vosotros.” (Romanos 2:24); y esto es lo que estos perversos y falsos maestros causan con sus malas enseñanzas y malos testimonios; que las gentes, que tampoco conocen a Dios, luego se atrevan a profanar lo santo de Dios: Su Palabra, Su Iglesia o Sus santos, a través del chiste, la burla, el escarnio e, inclusive, ¡llegando a blasfemar contra Dios!

Y esto ya estaba profetizado que sucedería en estos últimos tiempos; tiempos en que, juntamente con las guerras, hambres y terremotos, ahora somos agobiados por pestilencias o epidemias como la del coronavirus que nos está afectando en la actualidad: “sabiendo primero esto, que en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias” (2 Pedro 3:3).

¿Qué es blasfemar?

Es maldecir o decir algo malo contra la majestad de Dios; también es vituperar o escarnecerle. Vituperar es criticar algo o a alguien con dureza; y, escarnecer, es hacer mofa, burla de alguien.

En la Biblia, en el libro de Levíticos, capítulo 24 y versículos del 10 al 23, se nos narra de cómo un hombre blasfemó contra el Nombre de Dios; y que, tras hacérsele juicio, preguntando a Dios, Él determinó que al tal se le matase apedreándosele hasta morir. Ahora, alguien podrá decir que muchos hacen burla de Dios y Su Iglesia (Sus santos) por razón de los malos testimonios, o por lo que fuere pero que, aun así, “no pasa nada”; cierto, nadie ha sido apedreado porque, para tranquilidad de los tales, no estamos bajo la ley; sin embargo, el Dios omnisciente tiene buena memoria; y, en el día del Gran Juicio del Trono Blanco (Apocalipsis 20:11-15), estos irreverentes responderán por sus irreverencias, y serán lanzados al Lago de Fuego, la muerte segunda.

Todos queremos pasar gratos momentos, disfrutarlos; y, como en estos tiempos de coronavirus, entendiendo que la risa es una de las terapias para elevar nuestras defensas para resistirle, bien hacemos en reír; pero, si nos reímos de Dios y todo lo que Él representa (he escuchado y visto chistes que se hacen con relación al Señor Jesús y Sus apóstoles y, lo que es más indignante, usando como recurso para esta mofa Su cruz; cosas que se proyectaron por la radio y la televisión, con la hilaridad de medio mundo), no esperemos sino la más amarga tristeza cuando Él nos juzgue por blasfemos, por irreverentes. El gozo y la hilaridad son componentes naturales de un hombre o mujer saludables, pero que pueden y deben ser provocados por lo sano, por la Verdad, y la Verdad solo lo encontramos en Dios y Su Palabra. El apóstol Pablo escribió:

[El amor] no se goza de la injusticia, más se goza de la Verdad.
1 Corintios 13:6

Y, en los salmos a continuación se dice:

En tu presencia hay plenitud de gozo (16:11)
Me gozaré y alegraré en tu misericordia (31:7)
Entraré al altar de Dios, Al Dios de mi alegría y de mi gozo (43:4)
Se gozarán las hijas de Judá Por tus juicios. (48:11)
Hazme oír gozo y alegría (51:8)
Vuélveme el gozo de tu salvación (51:12)
Se gozará Jacob, y se alegrará Israel. (53:6)
Mas los justos se alegrarán; se gozarán delante de Dios, Y saltarán de alegría. (68:3)
Lo verán los oprimidos, y se gozarán. (69:32)
Por heredad he tomado tus testimonios para siempre, Porque son el gozo de mi corazón. (119:111)

El verdadero gozo es fruto de la obra de Dios en nuestras vidas a través del Espíritu Santo; don que, únicamente, nos es dado mediante la fe de Jesucristo, creyendo en Él.

22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
(Gálatas 5:22-23)

El rey y profeta David, se hizo esta pregunta en uno de sus salmos:

¿Hasta cuándo, oh Jehová, se gozarán los impíos?
Salmo 94:3