sábado, 14 de septiembre de 2024

PREGUNTAD POR LAS SENDAS ANTIGUAS

E

n un mundo que está a tono con la moda (aquello de que “la moda no incomoda”); que, evidentemente, está en busca de cosas novedosas que lo distingan; porque, si permanecen en lo mismo, como que sienten estancados, sin proyección, sin vida; y, por lo mismo, y otras razones que parecerían ser fundamentales (aunque realmente son vanas), evolucionan en su moda, en su apariencia. Evidentemente, para ellos el clamor de Yehováh Dios: “Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma. Mas dijeron: No andaremos.” (Jeremías 6.16), resultaría ridículo, retrógrada, impensable. “¿Preguntar por lo antiguo habiendo algo moderno, actual? Ni pensarlo.”

 


Yehováh dio Su ley a Israel y, a nosotros, la iglesia gentil, además de la ley (porque Dios no ha abrogado Su ley, Mateo 5.17-20), el cumplimiento de Sus promesas de gloria en Cristo Jesús; y, si entendiéramos el mensaje de la cruz, en palabras del apóstol Pablo (1 Corintios 1.18), entenderíamos lo importante y necesario de vivir o esforzarnos en vivir conformes a los mandamientos, instrucciones y promesas de Yehováh Dios; y, siendo que Él no cambia (Malaquías 3.6; Hebreos 13.8), reconocer que Sus mandamientos tampoco cambian en el tiempo. Él no está inventando algo nuevo para sentirse realizado; y, lo que nos ha provisto desde antes a través de Él mismo (Jesús), Sus apóstoles y profetas, es suficiente para vivir abundantemente y estar preparados para Su inminente retorno en gloria por una iglesia santa, sin mancha y sin arroga (Efesios 5.27). ¿Difícil? ¡Imposible! Pero, con Su ayuda, lo lograremos.

 Hoy, por ejemplo, causa admiración como nuestros jóvenes, y hasta adultos, usan pantalones rotos; cuando, tiempo atrás esta rotura era sinónimo de pobreza, de andrajo, de mendicidad y hasta de locura. Hoy, gente se viste con camisas de marca, y con botones pero, en vez de andar con la camisa abotonada, lo hacen totalmente desabotonados; luciendo, por así decirlo, el polo o bivirí que llevan por dentro y, en algunos casos, hasta su desnudez. ¿Por qué esta irracionalidad? ¡Pregúnteselo!

 Y, cuando hablamos de retornar a las sendas antiguas, que aquí nos propone; ¿para qué?, como bien lo leemos en este mismo versículo: “y hallaréis descanso para vuestra alma”; muchos, obstinadamente, aprueban continuar igual o, lo que es peor, modernizar la iglesia; y, tal como lo vemos, a tono con el mundo. ¡Frustrante!

 En 1 Juan 2.15-16, el apóstol y escriba de esta epístola o carta nos dice: “No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.” Así, quién aún ama este mundo o sistema de cosas que reina en el mundo, claramente está demostrando no comprender el amor de Dios, como Él mostró Su amor a través de Jesús. Luego, en el capítulo 4 y verso 19 de esta misma epístola o carta, el apóstol agrega: “Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero.” Así, si alguno ama a Dios, si alguno ama a Jesucristo, necesariamente será porque -primero- comprendió Su amor por nosotros, los pecadores; y, “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” (Juan 3.16) será su cántico, su alabanza en el corazón, en un corazón evidentemente agradecido.

 Sí, esta exhortación es para la iglesia, no es para el mundo (el mundo seguirá igual, y peor); y, si usted que es cristiano o cristiana está dispuesto a volver a las sendas antiguas, al buen camino, donde nos es prometido que hallaremos descanso para nuestras almas, y ese Camino es Jesús (Juan 14.6; Mateo 11.28-29), entonces considere Hechos 2.38-39; porque, allá en el principio de la Iglesia, todo creyente que se reconoció como pecador, y reconoció a Jesús como su Salvador, tan luego se arrepintió de su pecado, éste fue bautizado en las aguas en el nombre de Jesucristo, no en el nombre de ‘Padre, Hijo y Espíritu Santo’; y, como lo leemos en el verso 39, “y recibiréis el don del Espíritu Santo.” La presencia del Dios eterno, que un tiempo habitó en una tienda y, después, en el templo que Salomón Le edificó, ahora está morando en templos de carne humana, en nuestros cuerpos siendo nuestro Consolador, guiándonos a toda verdad, a toda justicia para ya no más pecar (por lo menos, ya no deleitarnos en el pecado), no ignorante y neciamente, para cosechar Sus bendiciones, santificándonos en la fe hasta Su bendito retorno. Ya no hay frustración sino ¡REPOSO, DESCANSO! ¡Halleluyah!

 ¿Anhelas retornar a la senda o camino antiguo que, como lo leemos, es ‘el buen camino’? Entonces, cree en Jesucristo, ‘el Camino, la Verdad y la Vida [Eterna]’, y serás salvo tú y toda tu casa (Hechos 16.31); y, cuando lo hayas aceptado, reclama a tu pastor o maestro, evangelista, apóstol o profeta, que te bautice invocando el nombre de Jesucristo, no una trinidad, la Senda o Camino Antiguo.

 ¡Shalom!

lunes, 9 de septiembre de 2024

Si Ud. no soporta la corrección, tiene que regresar a Casa.

456 Y este hermanito, él era un hermanito maravilloso; yo creo que era un hombre salvo por Dios. Y él consiguió un trabajo aquí en el… en Vorgang’s. Si alguno de su pueblo está sentado aquí, espero que Ud. no piense que yo… Yo no lo conozco a Ud., si está sentado aquí. Pero, Ramsey, el Hermano Ramsey, ¿cuántos recuerdan al Hermano Ramsey aquí en la Iglesia de Dios? Seguro que sí, un hombrecito maravilloso. Y él venía a mi casa y hablábamos, y nos sentábamos allí y llorábamos tomados de las manos; un verdadero Cristiano.

457 Un día yo fui allá, acababa de llegar del exterior, de una reunión, llevé mi auto para que lo revisaran, el Hermano Ramsey dijo: “¿En qué te puedo ayudar, Billy?”.

458 Dije: “Revíselo, Hermano Ramsey, cámbiele el aceite”.

459 “Muy bien” dijo él, “con mucho gusto”. Dijo: “¿Te fue bien en la reunión?”.

460 Yo dije: “¡Oh, Hermano Ramsey, fue maravillosa!”. Dije: “Desearía que pudiera acompañarme en algún momento. ¿Por qué no me acompaña?”.

Él dijo: “Ya no sirvo más al Señor, Billy”.

Miré alrededor, dije: “¿Qué dijiste?”.

461 Él como que dijo: “Yo ya no Le sirvo”, y se fue.

462 Y pensé: “¡Oh, sólo bromea!”. Continué con lo que hacía, me fui a otra parte.

463 Regresé y recogí mi auto. Llegué a casa, y empecé a pensar en eso: “Ya no sirvo más al Señor”.

464 El Señor me puso en el corazón regresar y preguntarle otra vez. Así que, dije: “Meda, defiende el fuerte”.

465 Y me subí, entré en mi auto y regresé allá, me detuve nuevamente, entré a Vorgang’s. Dije: “Hermano Ramsey, quiero hacerle una pregunta”.

Dijo: “Muy bien, Billy, ¿cuál es?”.

Dije: “Ud. dijo hace un rato que ya no servía más al Señor. ¿Ud. sólo bromeaba conmigo, verdad?”.

Él dijo: “No”.

Yo dije: “Hermano Ramsey, Ud.—Ud. no lo dice en serio”.

Él dijo: “Sí”.

Yo dije: “¿No lo amas?”.

Él dijo: “Si lo amara, yo le serviría, ¿verdad, Billy?”. Y se fue.

Pensé: “¡Oiga, Hermano Ramsey!”.

Dijo: “No quiero hablar más de eso”.

466 Me fui a casa, entré en el cuarto, cerré la puerta. Y, ¡oh!, Uds. saben cómo uno se siente muy pesado, como si le hubieran quitado las galletas a un niño o algo, Uds. saben. Yo—yo pensé: “¿Qué? No puede ser. Seguramente algo le ha pasado al Hermano Ramsey”.

467 Y había un muchachito de color llamado Jimmy, él viene aquí a la iglesia. Tiene una pierna… Uds. saben, como que cojea. Olvido su nombre, trabaja allá en Vorgang’s, conduce la grúa. Él me encontró, y dijo: “Sabe, Reverendo Branham” dijo él, “no entiendo aquí esto con el Dr. Ramsey”. Él dijo: “Le dije el otro día, dije: ‘Todos por aquí temíamos de siquiera abrir nuestras bocas’. Dije: ‘Ud. era un hombre piadoso’. Pero” dijo, “él tomó su licencia de predicar y fue a la basura y las rompió, y las arrojó en la basura, dijo: ‘No quiero tener nada más que ver con esto’”.

Él le dijo: “¡Oiga, señor!”. Dijo: “Ud. no debería hacer eso”.

Él dijo: “¡Oh, Jim, mi servicio al Señor ha terminado!”.

Entonces él continuó, dijo: “¿No es en serio?”.

468 Y dijo: “Entonces me contó, dijo que él había ido a pulir las válvulas, el día festivo del Trabajo”, creo que era. “Y él le dijo: ‘Ahora, quiero que vengas y me ayudes, Jim’”.

469 Él dijo: “Yo le ayudaré, después que llegue de la iglesia, pero primero voy a la iglesia”.

470 Dice que regresó, “Y el Señor Ramsey estaba puliendo las válvulas de su auto. Él le dijo: ‘Jimmy, cruza el río. Aquí las cantinas están cerradas. Cruza el río y tráeme una caja de cerveza’”.

471 Él dijo: “Señor Ramsey, yo he sido culpable de muchas cosas, pero nunca seré culpable de traerle a un siervo del Señor una caja de cerveza”. Él dijo: “No, señor, yo nunca haré eso”.

472 Y él le dijo: “Pues, ve a traerla, Jim”.

473 Él dijo: “Señor Ramsey, yo le pulo las válvulas. Pero si Ud. quiere cerveza, Ud. mismo vaya por ella”. Él dijo: “Yo nunca le voy a traer a un siervo del Señor algo así”.

474 Entonces Ramsey se subió al auto de Jimmy, cruzó el río; regresó medio borracho, con una caja de cerveza, tomando.

475 Él empezó a decaer y enfermó. ¿Ven? Dios no podía hablarle. Yo le advertí, hice todo lo que pude. El Hermano Smith fue a visitarlo y le advirtió. Todos trataron de hacer todo lo que pudieron por él. Pero todavía él meneaba la cabeza. ¿Qué sucedió? Él se enfermó y murió. Eso muestra que él era un hombre salvo. Si Dios no podía hacer que él… traerlo a obediencia, Él tendría que llevárselo de la tierra y traerlo a Casa. Eso exactamente es lo que dice la Biblia; es lo que la Biblia promete. Si Ud. no soporta la corrección, tiene que regresar a Casa.

476 Así que Dios no puede perderlo a uno después que lo ha salvado, pero sí puede acortarle los días aquí, y hacerlo pagar por cada pecado que Ud. haya cometido. Así que, si Ud. peca, va a tener que pagar por lo que ha hecho. Sólo recuerde eso.

477 Ahora, que el Señor ahora los acompañe. Yo creo, en esta noche, que el Hermano Ramsey fue salvo. Absolutamente, yo lo creo. Pero simplemente es que él no le obedeció a Dios, y cuando no le obedeció a Dios, Dios tuvo que traerlo a Casa. No había más que hacer, porque ¿qué era? “Él traería reproche y desgracia a la Sangre con la cual él fue santificado”. ¿Es correcto eso? “Y tener el pacto como una cosa inmunda”, si eso no es exactamente lo que esta Carta de Hebreos dice. ¿Ven? Sería imposible que él se perdiera, pero él traería vergüenza y desgracia, así que Dios tendría que quitarlo de la tierra y traerlo a Casa. Eso exactamente es lo que sucedió.

viernes, 6 de septiembre de 2024

Cuando la respuesta es no

El Señor puede no darnos lo que le pedimos cuando tiene un propósito más elevado en mente para nuestras vidas.

P

ienso en la espina en la carne de Pablo. Él dijo: “Tres veces rogué al Señor que la quitara de mí”. Pero Dios no lo libró. ¿Por qué? Dios le había dado a Pablo una abundancia de revelaciones, y esa espina en la carne era necesaria para mantenerlo humilde. “Me fue dado un aguijón en la carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca desmedidamente”. Pablo dijo: “Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo” (2 Corintios 12:7-10). En realidad, Pablo aprendió a regocijarse por esa espina podrida, porque experimentó el gran poder de Dios como resultado de la debilidad.


Considere la oración de Jesús que no fue respondida. Aunque oró tres veces: “Padre, si es posible, pase de mí esta copa” (Mateo 26:39), bebió la copa. ¿Por qué? Porque Dios quería traer salvación a cada uno de nosotros. Cabe señalar que Jesús, aunque ofreció su oración al Padre, agregó lo que es tan importante para cada oración: “Pero no se haga mi voluntad, sino la tuya” (Lucas 22:42). Esa es la clave de la obediencia y la oración.

“Señor, esto es lo que quiero. Este es mi deseo. Pero no se haga mi voluntad, sino la tuya”. ¡No se puede mejorar eso! Porque el verdadero propósito de la oración nunca es que se haga mi voluntad, sino la de Él.


Tomado del ministerio PrayerRequest.com