domingo, 7 de enero de 2024

UN NOMBRE… SOBRE TODO NOMBRE

Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, 10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.

Filipenses 2:5-11


T

iempo atrás, cometí la torpeza de decir, y lo compartí por escrito, que el nombre “Jesús” era, inclusive, superior al nombre “Jehová”, sin entender bien lo que el apóstol quiso decir con “y le dio un nombre que es sobre todo nombre” (v. 9). Tiempo después, recientemente, entiendo que el nombre “Jesús”, en el idioma hebreo en que originalmente se pronunció y escribió, es “Yeshúa” que, según lo explica un doctor judío, experto en el idioma hebreo, y por los descubrimientos que él tuvo revisando las copias de los manuscritos -en el idioma hebreo- más antiguos que existen, significa “Yehováh yoshía” o “Yehováh salva”; por lo que, como podemos ver, el nombre de nuestro Señor Jesús o Yeshúa contiene el nombre de Dios, el Padre y, por lo mismo, Su nombre no podría ser superior al nombre de Su Padre, Yehováh; a Quién, en Juan 17:6, Él dice haberlo “manifestado” o dado a conocer.

La expresión “nombre” proviene del griego, en el que parece ser el idioma en que originalmente se escribió el evangelio o buena noticia según el apóstol Juan, “ónama”, que se traduce como “nombre”, significando “autoridad” y “carácter”; porque, tanto la expresión “nombre” tiene la connotación de “autoridad” cuando, y como es natural, declara el carácter de un nombre en particular. Por ejemplo, cuando nos dirigimos a Dios en oración, para que Él nos escuche y, aún más, responda a nuestra oración, hemos sido instruidos por Él mismo a dirigirnos a Él en Su nombre; esto es que, cuando decimos “en el nombre de Jesús (o Yeshúa, en el hebreo), estamos declarando a Dios que no venimos ante Él por nuestros propios méritos o virtudes (aunque es menester ser santos como Él lo es) sino con la autoridad de Jesús; tan igual como, cuando un embajador peruano ingresa -por ejemplo- a los EEUUA, éste tiene que llevar consigo las credenciales de que fue autorizado por el gobierno peruano para representar a nuestro país.

Pero, también, la expresión “nombre” tiene la connotación o, sencillamente, declara el carácter de la persona que lleva consigo un nombre en particular; y, así, el nombre “Jesús” o “Yeshúa” expresa la cualidad de Yehováh Dios para ser propicio o favorable con nosotros como salvador.

Entonces, cuando el apóstol Pablo escribió “y le dio un nombre que es sobre todo nombre” (Filipenses 2:9); lo que él quiso decir es que, el nombre “Jesús” o “Yeshúa”, tiene tal autoridad para, por encima de todo nombre compuesto en que Yehováh es conocido o nombrado (por ejemplo: Yehováh yiré, Yehováh nici, Yehováh shalom, Yehováh raah, etc.), el nombre “Jesús” o “Yeshúa” expresa la disposición de la gracia o favor de Dios en esta dispensación -justamente- de Su gracia para salvar a todo el que cree en este nombre: Jesús o Yeshúa.

El apóstol Pedro dijo:

12 Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.

Hechos 4:12

Y, en Hechos 10:43:

43 De este dan testimonio todos los profetas, que todos los que en él creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre.

Y esta es la razón porqué, cada vez que un creyente fue bautizado, arrepentido de sus pecados, éste fue bautizado en el nombre de Jesús o Yeshúa, como siempre fue así a lo largo del libro de los Hechos:

38 Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.

Hechos 2:38

16 porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente habían sido bautizados en el nombre de Jesús.

Hechos 8:16

48 Y mandó bautizarles en el nombre del Señor Jesús. Entonces le rogaron que se quedase por algunos días.

Hechos 10:48, y

Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús.

Hechos 19:5

Lo que los identificó a ellos (como beneficiarios o bendecidos) con la obra vicaria o sustitutoria del Señor Jesucristo en la cruz a nuestro favor. Vale decir que, cuando somos bautizados en las aguas en el nombre de Jesús o Yeshúa, lo que estamos haciendo y declarando es que creemos que Jesús o Yeshúa ocupó nuestro lugar en la cruz, ¡Él se hizo pecado por nosotros!, como lo declara el apóstol Pablo en 2 Corintios 5:21:

21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.

Y, en Romanos 6:3-4, el apóstol explica el significado del bautismo en las aguas:

¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.

Por eso es que el nombre de Jesús está, hoy, por sobre todo nombre; Su nombre prima y manifiesta la dispensación de Yehováh Dios en busca de nuestra salvación; porque, como lo hemos dicho, el nombre “Jesús” o “Yeshúa” significa “Yehováh yoshía”, “Yehováh salva”, que es su disposición en este día presente hasta que, por última vez, Su nombre sea invocado sobre el último arrepentido y bautizado en las aguas en el nombre de Jesús o Yeshúa, para perdón de sus pecados porque, después de esta dispensación o tiempo de Su gracia, viene el día en el que Él manifestará Su ira con todos los pecadores impenitentes:

1 Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama.

Malaquías 4:1

30 y sacándolos, les dijo: Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo? 31 Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.

Hechos 16:30-31

¡Amén!

¡Shalom alehem!

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