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na de las grandes verdades que me permitieron acercarme a Dios con respeto o reverencia, con temor, es que Él no cambia; y que, siendo que por lo común es la Iglesia la que cambia, interpretando privadamente los misterios, doctrinas y mandamientos dados por Él a través de Sus profetas y apóstoles; lo único que nos corresponde hacer, cuando erramos, es volver a Su Palabra y, humildemente, reconocer nuestro error; y sabremos que estamos en error cuando constatemos que nuestra fe y doctrina no están en concordancia con la Palabra de Dios; y, en definitiva, no están de acuerdo con Él mismo, porque Dios es Su propia Palabra (Juan 1:1).
3 La clave que me dio el
Señor, por la cual pude determinar el mensajero para cada edad, es una clave
muy Escritural. En efecto, se podría decir que es la clave principal de la
Biblia. Es la revelación de que Dios nunca cambia y que Sus modos también son
tan inmutables como El mismo.
Jesucristo es el mismo ayer, y hoy,
y por los siglos.
Hebreos 13:8
He entendido que todo lo que
Dios hace será perpetuo; sobre aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá;
y lo hace Dios, para que delante de él teman los hombres.
Aquello que fue, ya es; y lo que ha
de ser, fue ya; y Dios restaura lo que pasó.
Eclesiastés 3:14 y 15
4 Aquí está, un Dios inmutable
con modos inmutables. Lo que El hizo en el PRINCIPIO, tendrá que continuar
haciéndolo hasta que haya sido hecho por ULTIMA vez. Eso nunca cambiará. Aplique
Ud. eso a las Edades de la Iglesia. El tipo de hombre que Dios escogió para la
primera edad, y cómo fue que Dios se manifestó en el ministerio de aquel
hombre, ese sería el ejemplo para las demás edades. Lo que Dios hizo en la
primera edad es lo que quiere hacer en todas las demás edades.
[La Edad de Éfeso, Capítulo 3,
Introducción a Las Edades de la Iglesia]
Y, seguidamente, algunos
versículos que dan fe de esta grande verdad:
Porque yo, el SEÑOR, no cambio; por
eso vosotros, oh hijos de Jacob, no habéis sido consumidos.
Malaquías 3:6
Dios no es hombre, para que mienta,
ni hijo de hombre, para que se arrepienta. ¿Lo ha dicho El, y no lo hará?, ¿ha
hablado, y no lo cumplirá?
Números 23:19
Desde la antigüedad tú fundaste la
tierra, y los cielos son la obra de tus manos. Ellos perecerán, pero tú
permaneces; y todos ellos como una vestidura se desgastarán, como vestido los
mudarás, y serán cambiados. Pero tú eres el mismo, y tus años no tendrán fin.
Salmos 102:25-27
El consejo del SEÑOR permanece para
siempre, los designios de su corazón de generación en generación.
Salmos 33:11
Vosotros sois mis testigos
--declara el SEÑOR-- y mi siervo a quien he escogido, para que {me} conozcáis y
creáis en mí, y entendáis que yo soy. Antes de mí no fue formado {otro} dios,
ni después de mí {lo} habrá.
Isaías 43:10
El SEÑOR cumplirá su propósito en
mí; eterna, oh SEÑOR, es tu misericordia; no abandones las obras de tus manos.
Salmos 138:8
estando convencido precisamente de
esto: que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el
día de Cristo Jesús.
Filipenses 1:6
Y dijo Dios a Moisés: YO SOY EL QUE
SOY. Y añadió: Así dirás a los hijos de Israel: ``YO SOY me ha enviado a
vosotros."
Éxodo 3:14
porque los dones y el llamamiento
de Dios son irrevocables.
Romanos 11:29
con la esperanza de vida eterna, la
cual Dios, que no miente, prometió desde los tiempos eternos,
Tito 1:2
Por lo cual Dios, deseando mostrar
más plenamente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de su propósito,
interpuso un juramento,
Hebreos 6:17
Toda buena dádiva y todo don
perfecto viene de lo alto, desciende del Padre de las luces, con el cual no hay
cambio ni sombra de variación.
Santiago 1:17
Jesucristo {es} el mismo ayer y hoy
y por los siglos.
Hebreos 13:8
¡Halleluyah!
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